La actividad de investigación articulada del Escuadrón Móvil de Novara y la OCS, coordinada por el Fiscal de la República de Turín y que también contó con la colaboración del Escuadrón Móvil de Turín, ha permitió determinar la existencia de una poderosa "psicosette", con base operativa en la provincia de Novara y sucursales en la ciudad de Milán y en el área de Pavía, cuyos seguidores habrían sido responsables de numerosos y graves crímenes en la esfera sexual, incluso en detrimento de menores y destinados a la esclavitud.  Lo anterior fue puesto en conocimiento público por la policía italiana.

La organización, compuesta mayoritariamente por mujeres y encabezada por un sujeto de 77 años, operó durante aproximadamente 30 años.

Conocido como 'el Doctor', el líder de esta secta lo decidía todo en la existencia de sus seguidoras, según contó una de las víctimas.

Este grupo usaba a psicólogos profesionales que también participaban lealmente de la secta para identificar a las víctimas y aprovechaban la fragilidad emocional de las "presas", generalmente mujeres jóvenes, incluso adolescentes o niñas, para someterlas a un adoctrinamiento hasta llegar al punto en el que, paulatinamente se mostraban cada vez más llanas a adoptar la filosofía y las prácticas sexuales del grupo, las que a menudo eran extremas y dolorosas, sin que pudieran cuestionar la violencia y todo tipo de abusos.

Cómo operaba la secta

Las "elegidas", o "bestias", como se denominaban entre ellas, eran introducidas en la doctrina de la secta y pronto comenzaban con las "prácticas mágicas", que eran de índole sexual y que podrían ser comparadas con verdaderas sesiones de torturas, a través de las cuales perseguían apagar "el yo pensante", "encender el fuego interior" y entrar en un "mundo mágico, fantástico y sumamente secreto".

Pero es no es todo; la secta tenía una vasta y extensa red de actividades comerciales directamente relacionadas con sus gerentes: 2 escuelas de baile, una escuela llamada Espada Celta; varias herboristerías, una tienda de artesanía e incluso una editorial, y a través de todos estos negocios reclutaban a jóvenes para incorporarlas en sus locuras.

La organización permaneció completamente impenetrable y oculta para las autoridades por más de 30 años y terminaba por llenar absolutamente todos los aspectos de la vida de sus adeptas, tanto en lo personal como en materia de estudios o familia, donde las seguidoras podían incorporar a sus seres queridos a la secta y debían seguir las condiciones del líder; o bien, eran obligadas a cortar cualquier tipo de vínculo afectivo con sus parientes.

En cuanto a la formación de las mujeres, el "Doctor" decidió la dirección de estudios, cursos de capacitación o el trabajo que las niñas tenían que realizar y casi siempre debían estar estrechamente vinculadas con alguna de las actividades comerciales de la secta con el fin de crear dependencia no solo a nivel emocional, sino también económica.

Cabe mencionar que las víctimas eran obligadas a pagar cuotas de membresía.

De la historia del cabecilla surgió que la secta se había originado a mediados de los años 80 a partir de la fusión de dos grupos paralelos, cuya oficina principal se encuentra en la provincia de Novara, el lugar donde generalmente vive el "Doctor", y en el que tuvieron lugar. Los hechos criminales más importantes. 

El desmantelamiento de la secta italiana

Toda la operación policíaca fue posible gracias a la valentía de una de las víctimas que logró superar los traumas ocasionados por integrar este grupo y que rompió el silencio en una denuncia.

"Él" decide todo, " Él" decide a quién puede asistir, dónde puede trabajar. " Él " elige qué chicas deben entretenerlo. " Él " elige si puedes o no ir a nuestros " lugares de hadas ". " Él " es " Él ". Lo llamamos " Él " o " el Doctor ", porque no podemos decir su nombre, no se nos permite. 

Durante la noche del sábado para domingo los agentes realizaron una operación especial para detener sus actividades, y en la madrugada del 19 de julio, realizaron 26 registros personales.

Se calcula que esta secta logró reclutar a cerca de 50 mujeres, incluidas menores de edad, detalla la agencia ANSA.

En la operación participó no solo la Policía de Novara, sino también la Policía Estatal del país y las Escuadras Móviles de Turín, Milán, Génova, Pavía, Alessandria, Asti, Biella, Vercelli, Verbania y Aosta.

Hasta ahora son 30 los sospechosos que serán llevados a la Justicia para responder por numerosos delitos sexuales, también en detrimento de menores, en el caso de que sean declarados culpables.

En total, unas 26 personas fueron puestas bajo investigación en la operación policial, con el nombre en código 'Dioniso' por los ritos orgiásticos realizados en el mundo antiguo en nombre del dios romano.