4 formas de saber si tu ansiedad es en realidad una enfermedad mental

Con los niveles de ansiedad y estrés en máximos históricos y subiendo, estas son preguntas que muchos se hacen demasiado.

Necesitamos saber cuándo la ansiedad es saludable y cuándo cruza la línea y se convierte en una enfermedad mental.

Las personas quieren saber cuándo su ansiedad es un problema y cuándo deben buscar ayuda.

Entonces, ¿la ansiedad es una enfermedad mental?

La ansiedad se convierte en una enfermedad mental  cuando interrumpe su capacidad para llevar una vida saludable y productiva durante un período prolongado de tiempo.

Algunas señales de que su ansiedad puede estar convirtiéndose en una enfermedad mental incluyen mantenerlo constantemente despierto por la noche, suprimir su apetito, distraerlo de cumplir con sus responsabilidades, generar temores que sabe que no son razonables y, en general, deprimir su perspectiva de la vida.

La ansiedad, en el peor de los casos, puede apoderarse de su vida, o al menos de su sentido de control sobre su vida.

Cuando comienza a preocuparse por su ansiedad, esto suele ser una buena señal de que tiene motivos para preocuparse y podría necesitar ayuda.

Sin embargo, hay amplias experiencias de ansiedad y preocupación que no se acercan a descripciones tan terribles.

Gran parte de la ansiedad que todos sentimos es completamente normal e incluso saludable. La ansiedad en su mejor momento tiene un trabajo importante que hacer: señalarnos que algo que nos importa está en peligro.

Y cuanto menos nos preocupemos por nuestra ansiedad, mejor podremos acceder a la información importante que está tratando de decirnos.

¿Todavía no tienes certeza de si tu ansiedad es saludable? Aquí hay cuatro preguntas importantes que debe hacerse para evaluar si necesita ayuda:

1. ¿Se relaciona con algo identificable que tiene sentido? ¿Es racional? 

Contrariamente a la creencia popular, no toda la ansiedad es irracional. La mayoría de la ansiedad es en realidad bastante racional:

• "¿Si mi jefe no me habla demasiado me va a echar o estoy haciendo bien las cosas y por eso no me habla?".
• "¿Esta presencia que tengo en la zona del hígado será cáncer?".
• "¿Esta mancha blanca que veo en mi ojo me dejará ciega?".
• "Mi hijo duerme demasiado ¿Tendrá depresión?".
• Mi padre está olvidando frecuentemente las cosas ¿Le estará dando Alzheimer?.
• "No me alcanza el sueldo y es segundo mes que no pago la luz".
• "Me robaron el auto y andar en metro hace que me sienta en demasiada exposición al virus".
• "No he tenido tiempo de ir a ver a mi amigo con VIH y no ha estado muy bien de salud".

La ansiedad puede hacer un trabajo impresionante al enfocarnos en cosas racionales y razonables que nos importan en nuestras vidas.

Esta es una forma normal en que la ansiedad opera como un recurso en todas nuestras vidas, alertándonos de las cosas que nos importan.

2. ¿Está en el fondo, recordándote algo que te importa pero en lo que no te estás enfocando? 

Como un recordatorio digital en su calendario, la ansiedad es su sistema de recordatorio innato para asegurarse de que no se olvide de algo importante para usted.

Ya sean sus impuestos, su salud o ese amigo al que no ha devuelto la llamada, la ansiedad puede servir como un importante recordatorio de cosas importantes que merecen nuestra atención.

Esta es tu ansiedad haciendo su trabajo: recordándote algo que te importa y que necesita tu atención.

3. ¿Es incómoda, pero no interfiere en su vida? 

En otras palabras, ¿puedes sentir la angustia, pero puedes dejarla a un lado hasta que tengas tiempo de abordar su señal?

Esta es una de las formas en que funciona la ansiedad: nos reta por algo importante y nos empuja a terminar cualquier otra cosa que estemos haciendo para que podamos centrar nuestra atención en ello.

4. ¿Disminuye a medida que toma medidas para resolver el problema? 

Un último punto clave sobre la ansiedad saludable es que disminuye cuando te enfocas en su señalización y tomas medidas.

La preocupación por tus impuestos realmente no puede disminuir hasta que comiences a trabajar en ello.

La ansiedad por tu salud continúa hasta que toma medidas para hacer algo al respecto (reconocer el primer paso, programar una consulta médica o dedicar más tiempo a la solución).

No tienes que resolver el problema para calmar la ansiedad. Solo tienes que estar haciendo lo que puedas para resolverlo. A medida que se abordan los problemas, la ansiedad ya no es necesaria y se calma.

Resumen

La ansiedad no está en el negocio de hacernos sentir cómodos o felices: está diseñada para motivarnos y dirigirnos a atender las cosas que más nos importan.

Como un amigo devoto pero quisquilloso, la ansiedad siempre está a nuestro lado dispuesta a arengarnos hasta que le demos la atención que requiere.

Pensar en la ansiedad como un recurso puede ayudarte a aceptar su utilidad y protegerte contra una escalada poco saludable que puede conducir a una enfermedad mental.

La ansiedad nos cubre las espaldas, y su experiencia no es nada que temer aunque sea incómoda.

La inacción, la evasión y el miedo a la incomodidad son escaladores de la ansiedad y, si no se controlan, pueden convertir la ansiedad saludable en una enfermedad mental.