Bad Bunny convirtió el Estadio Nacional en una playa y montó una fiesta total

Eran las 13:15 del día viernes 28 de octubre y las estaciones de la línea 6 del Metro ya se estaban llenando por las fanáticas y fanáticos de Benito Martínez Ocasio para ir en dirección a estación Estadio Nacional. En los alrededores del coliseo de Ñuñoa, varios anillos de seguridad delimitaban los accesos al show del puertorriqueño para no pasar los mismos percances que tuvo los conciertos que realizó Daddy Yankee en septiembre pasado. 

Carabineros, guanacos y zorrillos, como son conocidos estos últimos, popularmente, eran parte de los resguardos que se gestionaron con las autoridades y la productora Bizarro para que todo funcionase de forma correcta. Sin embargo, igual hubo un intento de entrar a la fuerza, pero fue repelido rápidamente por las fuerzas del orden.  

Young Cister fue el encargado de encender la tarde/noche y la previa para los miles de asistentes, haciendo bailar y cantar al unísono a todo el Estadio Nacional. El artista urbano Pailita también se hizo presente en la apertura del concierto del centroamericano, acompañando a "lo más xulo de tu insta" y haciendo prender varios celulares para grabar el momento. 

A las 21:00 en punto, se apagaron todas las luces del reducto deportivo y salió a escena Benito Antonio Martínez Ocasio a hacer gala de todo su despliegue escénico y musical en un escenario convertido en una playa artificial, con varias palmeras incluidas. Atrás quedaron esos años en que el “Conejo Malo” llenaba medialunas y gimnasios en Chile, ahora REPLETA el Nacional y no solo una vez, sino que dos. “Moscow Mule”, “Me porto bonito”, “Un ratito” y “Efecto” fueron las canciones que eligió la estrella de la música urbana  para abrir un show que se extendería por dos horas y media. 

Gráficas, fuegos artificiales y mucha música contribuyó el protagonista junto a Brad Pitt de la película Tren Bala, donde puso especial énfasis a las canciones de su última placa titulada Un Verano Sin Ti. “Party”, “Tarot” y “La Corriente” encendieron los 15 grados que se sentían a la hora del show, pero que fueron rápidamente olvidados por la potencia del mayor exponente de la música urbana de estos momentos. 

“Mucha gente me pregunta qué se siente ser el número uno”, comentó Benito a los miles de asistentes, para luego responderles que “ustedes son los número uno. Cada uno de ustedes”, desatando una cantidad de aplausos y demostrando que una de las características que sigo ostentando el artista centroamericano es la humildad que lo trajo con 23 años a hacer sus primeros shows en suelo nacional. 

El creador YHLQMDLG se dio el tiempo de homenajear a Los Prisioneros con Tren al sur y dejar que la gente cantara algunos párrafos de aquel éxito de los oriundos de San Miguel. Asimismo, subió al escenario a Pablo Chill-e para cantar juntos “Hablamos mañana”, siendo uno de los momentos más altos del espectáculo. Gráficas, juego de luces y mucho fuego no es solo lo que muestra en su show el ‘Conejo’, sino que tiene un conjunto de bailarines excepcionales que van acompañándolo en cada momento, haciendo un juego virtuoso y de mucha energía entre el cantante y sus colaboradores. 

Bad Bunny no se olvida de la galería y de los sectores populares que asisten a sus shows y mediante grúas hizo un despliegue por todo el Estadio Nacional a través de una pequeña isla móvil que surcó los cielos y que fue cuidadosamente llevado para que todas y todos pudiesen disfrutar del show del nacido en Puerto Rico. 

“Yo perreo sola”, “Dakiti”, “Titi me preguntó”, continuaron el setlist, llegando a “yo no soy celoso”, para preguntarle al público si el chileno es celoso o no. La gente, en su mayoría femenino gritó que “no” e hizo un par de interacciones más junto al público, que le agradeció cada intervención que le dedicó a su público. En esa misma línea despachó algunas palabras de agradecimiento a todas las personas que lo han apoyado desde sus inicios y hasta los que recién lo conocieron hoy. 

“Callaita” hizo bailar a todo el coliseo ñuñoino y con “Safaera” hizo un juego de luces extravagante con las pulseras y las del mismo escenario, dándole ese valor agregado que muchos osan desestimar a la hora de montar un show inclusivo y participativo. “Después de la Playa” fue la canción elegida para cerrar una noche redonda, sin momentos bajos y en la cual Bad Bunny demostró por qué es el número uno del genero urbano mundial. El mismo artista que hace algunos años era solo una promesa de la música, hoy es el que está dejando en el olvido (si es que ya no lo hizo) a los viejos estandartes del género urbano como Daddy Yankee y Don Omar. Bad Bunny, el mismo que protagonizó la cinta Tren Bala junto a Brad Pitt y que estuvo peleando en Wrestlemania de la WWE hizo temblar, en su primera noche, el reducto en el cual la Selección Chilena ganó su primera Copa América el 2015, con un show explosivo, sensual, de mucha magia, música y que dejó a varios sin voz y cansados. Simplemente el número UNO. 

Galería fotográfica de Bad Bunny en Chile

Bastián Cifuentes / en Instagram @periodistafurioso