La particular prenda que Benjamín Vicuña guarda en su placard y nadie imagina

Benjamín Vicuña es un actor con una gran carrera tanto en Chile como en Argentina. Sin embargo, también tiene un costado ligado con la moda. En una entrevista a un medio argentino reconoció que tiene un estilo básico y conservador a la hora de vestirse.

El ex de Pampita reconoció que “Soy actor, el mundo de la moda lo he conocido como invitado“. Actualmente, es embajador de la marca Equus, desde hace varias temporadas. También tiene su propio perfume y ha participado en algunas campañas publicitarias con las modelos Kendall Jenner y Cara Delevingne  y hasta una marca de ropa para hombres que tuvo durante seis años llamada Bautista, como uno de sus hijos.

Benjamín se refirió a que opta por un estilo de vestir que le permita estar cómodo. En su placard abundan remeras blancas, jeans y camisas. Aunque confesó que aún guarda dos remeras relacionadas con su juventud, una la de Sex Pistols y la otra de Los Ramones.“A veces veo estos modelos de remeras y creo que están pidiendo pista otra vez“, dijo con cierto humor.

Cuando debe realizar las campañas publicitarias, el ex de Pampita disfruta y de la moda y aprovecha a ponerle algo de actuación para sentirse un poco más libre y cómodo. En el caso que tenga que ir a alguna ceremonia o un evento más formal, elige un clásico traje negro con camisa blanca o negra. Tal vez le suma unas zapatillas para hacer el look un poco más osado.

En este momento, Benjamín está haciendo teatro en Argentina, El Método Grönholm. Comparte cartel con los actores Laurita Fernández, Rafael Ferro y Julián Cabrera. En esta obra escrita por el autor catalán Jordi Galceran, tres hombres y una mujer coinciden en una oficina de una multinacional. Están allí por la misma razón: una entrevista laboral para un importante cargo ejecutivo en la cual las reglas no son las convencionales. Solo una voz en off les habla para proponerles un misterioso juego en el que tendrán que medir su capacidad de resistencia, y evaluar si pegan el portazo y renuncian al crecimiento profesional, o si se quedan, aunque el costo sea muy alto.