Pancho Saavedra y su experiencia con la muerte: 'Uno está acostumbrado al llanto y al sufrimiento profundo'

El segundo ciclo de "Socios por el mundo" comenzó con un impactante episodio en India, donde la dupla de amigos conformada por Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta, recorrieron lugares impresionantes y vivieron una fuerte experiencia cultural. En esta oportunidad, el comunicador chileno confiesa que nunca estuvo preparado para lo que iba a vivir en Varanasi, ciudad que mezcla la vida y la muerte.

En el primer capítulo del segundo ciclo de "Socios por el mundo", Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta recorrieron la fascinante India, conociendo su cultura y tradiciones. La bitácora de estos amigos comenzó en Bombay, desde donde emprendieron un viaje en tren que los llevó hasta Varanasi, ciudad situada a orillas del río Ganges.

En este recorrido, los viajeros experimentaron un choque cultural fuerte, donde se mezclan la vida y la muerte de una manera muy particular. Para Pancho Saavedra, la visita a este país fue una fuerte experiencia de vida, donde tuvo que lidiar con tradiciones y costumbres muy diferentes a las que está acostumbrado en América Latina.

Un acercamiento a la muerte desde otra perspectiva

Durante su estadía en Varanasi, Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta visitaron los crematorios, donde pudieron experimentar de primera mano lo que significa la muerte en India. En este lugar, los cuerpos son cremados y nadie llora por sus seres queridos, ya que la muerte es considerada una celebración y una alegría.

Para Pancho Saavedra, este fue uno de los momentos más impactantes de su viaje, ya que tuvo que comprender y aceptar una visión distinta de la muerte. Además, el conductor de "Lugares que hablan" criticó el hecho de que las mujeres sean apartadas de estas ceremonias, considerándolo un acto machista.

Una experiencia transformadora

A pesar de las diferencias culturales, Pancho Saavedra confiesa que su estadía en India fue una experiencia transformadora, que lo hizo ver la vida desde otra perspectiva. A pesar de haberse sentido impactado en un principio, logró acostumbrarse a las tradiciones y costumbres de este país, y agradece cada día que estuvo allí.