Crónica y fotos

Íntimo, potente y preciso fue el paso de Álvaro de Luna por Chile

El jueves 10 de noviembre el cantautor español Álvaro de Luna se presentó en Santiago de Chile en el Subterráneo dejando un concierto que no solo sirvió para promocionar su trabajo sino que le entregó de vuelta el cariño de una fanaticada local creciente que aplaudió, bailó y gritó sus canciones
martes, 15 de noviembre de 2022 · 14:01

Debo partir esta crónica con una confesión: no conocía a Álvaro de Luna antes del jueves. Y a eso hay que sumarle que en lo personal no tenía presupuestado ir a verlo, sin embargo mi amiga Caro Esquivel (que siempre me da buenos tips de conciertos y artistas) me avisó que ese día Álvaro se presentaba en el Club Subterráneo y me recomendó escucharlo. Le hice caso. 

Es importante señalar que la semana pasada en Chile hubo muchos conciertos y festivales. Algunos enormes, como el RockOut, o el Primavera Sound, que se llevaron toda la atención de los medios. Por eso cuando llegué al Club Subterráneo fue una alegria enorme porque esos conciertos pequeños que se alejan de las estridencias publicitarias son un refresco enorme. 

Siempre es mejor ver a los artistas en espacios donde lo dan todo. Pues desde una banda pequeña, hasta el más consagrado del mundo, funciona mucho mejor cuando el escenario es pequeño y la gente está a un paso de distancia de la experiencia. Eso pasa en el Subterráneo y se agradece.

Convengamos en que Álvaro de Luna es un músico excepcional, y que en España está dentro de ese grupo selecto que la prensa (y las empresas discográficas) se empeñan en llamar “las nuevas promesas”. Y si bien esas frases se han dicho hasta de las bandas más chirriantes de la historia en este caso parece ser cierto. Pero no por eso se plantó en el show vestido de promesa, sino por el contrario, y trajo un concierto que por potencia y por calidad uno lo agradece y lo aplaude. Sobre todo porque cuando un artista muestra compromiso, entrega y humildad frente a su público ese compromiso es digno de aplaudirlo de pie.

Marcelo Bielsa dijo alguna vez, hablando de hacer las cosas bien sin importar la fama o el dinero lo siguiente: “Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo”, y lo que vimos ese día fue un poco una muestra de eso. Es decir, un compositor que con trayectoria y con una propuesta sólida a nivel musical hizo un show de bar como uno quiere ver en un bar. Con la energía a tope. 

El Show de Álvaro de Luna en Chile

Acompañado de un tremendo guitarrista como es Raffunk Rivilla Wenturowicz, De Luna partió el concierto con mesura, quizá la misma que tenían las decenas de personas que miraban el show con un trago en la mano y tarareaban bajito. Sin embargo no pasaron cinco minutos y, al darse cuenta que el público se las sabía todas, Álvaro los invitó a acercarse y de repente lo que parecía un recital aburrido se convirtió en un show lleno de energía y de gritos y selfies. 

En algunos momentos hubo gritos que hacían parecer que estábamos en un programa de Don Francisco en los años noventa, ya que la chiquillada empezó a cantar “la colita” o a gritar el clásico “mijito rico”, y más allá de lo atemporal (y Cringe de la situación), ese fervor plastificado terminó siendo también un muy buen clima para una noche que de pronto se transformó en una gran noche. 

Con canciones como “Tu nombre”, "Juramento eterno de sal" “Quizás” fue que Álvaro de Luna dejó en claro que su propuesta musical es una muy inteligente mezcla de estilos que hacen que el clásico pop romántico español que conocemos de toda la vida, y que hemos visto evolucionar en nuestro mercado como una banda sonora inalienable, suene en él con un sonido que no se queda necesariamente en el recuerdo, sino que matiza con lo nuevo al punto que suena a trap sin ser trap, por decirlo de algina manera.

Además se despachó un cover buenísimo de Flaca, de Jarabe de Palo, que pegó el gesto emocional preciso con una canción que en Chile marcó mucho (sobre todo por los más viejos). Y es que para quienes hemos escuchado desde Mecano hasta C. Tangana, pasando por Sanz, Ubago, LODV y tantos otros y otras artistas que vinieron a traer el pop peninsular sabemos que es difícil entrar con algo que proponga un cambio, y De Luna lo consigue. 

Incluso en el concierto me acordé de Ismael Serrano. Porque Álvaro tiene la particularidad, muy de los españoles, y que también tuvo Serrat el sábado, de conversar entre canciones con una cordialidad que da la sensación de estar hablando con un pariente. Y de la misma manera en que Serrano invita a cantar al público diciendo “si alguien conoce el contenido de estas canciones” fue que esa noche De Luna entendió que con la audiencia no solo había un diálogo sino también una complicidad que nació precisamente de sus canciones que llegaron, antes que él, a entrar en conversación con quienes esa noche pagaron su entrada para verlo. 

Y esto me parece quizá lo más importante porque sabemos que no es difícil que un artista se haga conocido a punta de estrategias de márketing, pero si es difícil que las canciones y la música vuelen de manera orgánica y natural hasta los 10.000 kilómetros que nos separan con España para ver, como ocurrió con la mayoía de los y las asistentes, a ese cantante que te voló la cabeza al punto de que te aprendiste sus letras y su discurso. 

Sin jugar a ser vidente me atrevo a presagiar que Álvaro de Luna volverá a Chile en un futuro cercano, y si sigue en ascenso y triunfa de seguro esa audiencia que tuvo el privilegio y el placer de verlo la noche del jueves en el Club Subterráneo dirá, orgullosa, “yo me acuerdo que lo vi una vez en un club chiquito”. Me sumo a esas personas porque diré lo mismo. Sobre todo y considerando que, a mi juicio, el concierto se merecía ser visto por más gente porque cuando un buen show llega a nuestro país es siempre una buena noticia que debe ser vista por un montón y no por unos pocos. 

Esperemos entonces a que siga creciendo en estas latitudes y renueve con su música nuestras listas de Spotify como lo ha hecho hasta ahora. Y que para la próxima sigamos disfrutando de esa entrega y calidad que nos regaló tan generosamente. 

Como bonus track (más para mí que para nadie) ese día andaba con mi cámara así que tuve la suerte de hacerle un par de fotos que te dejo a continuación. 

Galería fotográfica de Álvaro de Luna en Chile

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Álvaro de Luna en Chile / Foto de Arturo Ledezma / Terra

Crónica y fotos @arturoledezma_