CASINOS DE CHILE

Escándalo en los casinos de Chile: el caso de colusión y la regulación del mercado online

El mercado de los casinos físicos en Chile se ha visto sacudido por un escándalo de colusión, mientras que la falta de regulación en el sector de los casinos online plantea nuevos desafíos para las autoridades.
lunes, 9 de diciembre de 2024 · 11:45

En 1993, la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) definía la colusión como “una práctica en la que empresas que compiten en un mismo mercado, acuerdan aumentar o fijar precios, reducir la producción, repartirse el mercado o bloquear el ingreso de nuevos competidores, con el objetivo de incrementar los beneficios de las empresas participantes”. 

En el caso de colusión más sonado de Chile, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) impuso, a principios del mes de octubre de 2024, una multa histórica de casi 152 millones de dólares estadounidenses a tres de los principales operadores de casinos físicos del país: Dreams, Enjoy y Marina del Sol. Esta sanción ha destapado un complejo entramado que ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar las regulaciones en el sector de los juegos de azar, tanto físicos, como en línea.

El escándalo de colusión en los casinos físicos

El caso comenzó tras una denuncia de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) que comprobó que, a medida que se acercaban las fechas para presentar ofertas de cara a obtener las licitaciones de la SCJ en 2020 y 2021, varios ejecutivos de estos tres casinos estaban en contacto permanente. A consecuencia de esta denuncia, una investigación de la FNE reveló que el denominado “cártel de los casinos” actuó de forma coordinada para manipular las licitaciones de permisos de operación, consiguiendo renovar sus concesiones sin enfrentarse a una competencia real.

Según explicó el fiscal nacional económico, Jorge Grunberg, “esta colusión les permitió renovar por 15 años los permisos que tenían para operar casinos de juego en el país, con ofertas económicas que estuvieron muy por debajo de las que hubiera garantizado un proceso competitivo”. La FNE sostiene que estas empresas controlaban el 90% de los ingresos del sector de los casinos físicos entre 2017 y 2023, un mercado que generaba aproximadamente $400 mil millones de pesos mensuales. 

Monopolio y sanciones

Además, el cártel concentraba el 70% de los permisos para operar casinos, lo que les convertía prácticamente en un monopolio. Como resultado, la FNE solicitó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) que, además de las multas, se anularan las concesiones otorgadas a estas empresas, y que se permita que ingresen al mercado nuevos operadores mediante licitaciones más transparentes?.

De entre los tres miembros del cártel, Dreams fue el que recibió la mayor sanción, equivalente a USD 112,4 millones. Enjoy, por su parte, se enfrenta a una multa de USD 36,8 millones. Quién salió mejor parado fue Marina del Sol, que vio cómo se libraba de una sanción económica gracias a que colaboró en la investigación bajo el programa de delación compensada. Para que nos hagamos una idea de la cuantía de estas sanciones, estamos hablando de un país en el que el sueldo mínimo en julio de 2024 subió hasta los 500.000 pesos chilenos, lo que equivale a algo más de USD 525.

Los desafíos regulatorios de los casinos en línea

Al mismo tiempo que tenía lugar este escándalo relacionado con los casinos físicos legales, el sector de los casinos online en Chile empezó a experimentar una creciente atención por parte de las autoridades. A diferencia de los casinos físicos, que están regulados por la SCJ, los casinos online aún operan en un entorno de incertidumbre legal. 

Casinos. Fuente: Canva

Aunque hay un proyecto de ley que busca regular esta actividad, actualmente muchos de los casinos online más populares del país, como MostBet o Parimatch, operan desde el extranjero bajo licencias de otras jurisdicciones, lo que dificulta el control efectivo por parte del gobierno chileno. Además, esta ausencia de un marco regulatorio claro permite que estas plataformas offshore no paguen impuestos en Chile, perjudicando así la economía del país.

En este ambiente incierto, los casinos online han aumentado su popularidad, ya que pueden ofrecer ciertas ventajas, como procesos de registro simplificados y una amplia gama de juegos, que los casinos físicos no pueden igualar. Sin embargo, también han surgido preocupaciones sobre la falta de supervisión, el posible blanqueo de capitales y la protección de los jugadores. Para evitar problemas de seguridad, una buena opción es consultar la lista de casinos en vivo de Casino.org, que garantiza que el casino en línea de tu elección es seguro y fiable.

El proyecto de ley: objetivos y dificultades

En cualquier caso, esta es una situación que preocupa, y mucho, a los operadores que funcionan dentro de la legalidad. El mismo director de la lotería estatal Chilena afirmó que las actividades de las plataformas no autorizadas son ilegales. Sin embargo, no es posible combatirlas de forma eficaz a menos que se actualice la legislación.

Ruleta. Fuente: Canva

El proyecto de ley antes mencionado, que se aprobó en diciembre de 2023, busca introducir un marco regulador que incluya licencias obligatorias para operar plataformas online, impuestos específicos sobre las ganancias, y sanciones para quienes operen sin permiso. También se pretende reforzar la protección de los derechos de los jugadores y mejorar la fiscalización a través de organismos como la Comisión para el Mercado Financiero.

Este proyecto de ley puede ser un primer paso adecuado para afrontar las dificultades en las que se encuentra actualmente el sector del juego en Chile, tanto físico como online, ya que parece claramente enfocado en encontrar un equilibrio que permita aprovechar las oportunidades económicas que ofrece el mercado, al mismo tiempo que se mitigan los riesgos asociados a las prácticas fraudulentas y a la falta de control y protección a los jugadores. 

Para ello, va a ser fundamental no solo aplicar las sanciones adecuadas a quienes infringen las reglas, sino también establecer un marco normativo claro y moderno que regule tanto el juego físico como el online de manera efectiva. El camino que queda por delante es largo, pero todavía se está a tiempo de corregir el rumbo.