Árbol de mandarina
Los cinco cuidados para que tu árbol de mandarinas crezca sano
En el fascinante mundo de la jardinería hogareña, los árboles frutales, en particular el codiciado árbol de mandarina, se ha vuelto la joya de los aficionados.En la búsqueda de un estilo de vida más conectado con la naturaleza y enfocado en la sostenibilidad, los árboles han ganado una sorprendente popularidad como elementos esenciales en los hogares. Más allá de su presencia tradicional en jardines y parques, la tendencia actual apunta a integrar estos majestuosos seres verdes en el interior de nuestras viviendas.
En este contexto, los árboles de mandarina han ganado relevancia convirtiéndose en uno de los ejemplares más codiciados, debido a sus jugosos frutos cítricos. Sin embargo, para que un árbol de mandarina alcance su pleno potencial, es importante brindarle cuidados precisos.

- Elección del lugar: Antes de que la primera semilla toque la tierra, es de suma importancia elegir sabiamente el sitio para plantar su árbol de mandarina. Este cítrico prefiere suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y anhela recibir al menos 8 horas diarias de sol directo. Protegerlo de los vientos fuertes garantizará también su desarrollo sin contratiempos.
- Riego: Durante los primeros años, un riego regular es esencial para mantener la humedad del suelo, siempre evitando encharcamientos, ya que el exceso de agua puede dañar las raíces.
- Poda estratégica: La poda en la época invernal se convierte en clave para eliminar aquellas ramas dañadas o muertas, así como aquellas que entorpezcan el paso de luz y el crecimiento del árbol. Mantener una estructura de ramificación adecuada previene las enfermedades.
- Nutrición balanceada: Una dieta equilibrada es fundamental para el crecimiento de un árbol de mandarina. Además, los fertilizantes orgánicos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio aplicados cada tres meses en primavera y verano aseguran que el árbol reciba los nutrientes necesarios.
- Plagas y enfermedades: La vigilancia constante es la mejor defensa contra los pulgones, moscas de la fruta, ácaros, cancrosis y alternaria. Ante esto, se debe aplicar insecticidas y fungicidas, para proteger la salud del árbol.

En la conjunción de estos cuidados, el árbol de mandarina no solo se convierte en un elemento decorativo del jardín, sino en un proveedor confiable de los más deliciosos cítricos.