Luna de Fresa
Luna de Fresa: qué día y a qué hora podrá verse desde Chile la última Luna Llena del otoño
El plenilunio de junio marcará el fin de la estación con un espectáculo astronómico imperdible.En la madrugada del martes 11 de junio, los cielos de Chile se vestirán de gala para recibir a la última luna llena del otoño: la Luna de Fresa. Este evento astronómico no solo marca el cierre de un ciclo lunar, sino también el final de una estación y la antesala del invierno. Su punto de mayor iluminación ocurrirá a las 03:43 horas, ofreciendo una vista privilegiada para quienes estén despiertos en ese momento.
A pesar del nombre, la Luna de Fresa no se ve de color rosado. La denominación proviene de las culturas nativas de América del Norte, que la bautizaron así porque coincidía con la temporada de cosecha de frutillas. En realidad, el color que adquiere en el horizonte puede ser anaranjado o rojizo, pero esto se debe a un simple efecto óptico provocado por la atmósfera terrestre.
Cosechas, mareas y mitos

Las fases lunares han sido históricamente utilizadas para planificar cultivos y actividades agrícolas. Por ejemplo, la luna nueva suele asociarse con una mayor concentración de nutrientes en las raíces, ideal para cosechar hortalizas subterráneas. También es conocida su influencia sobre las mareas, debido a la fuerza gravitacional que ejerce sobre los océanos.
La Luna de Fresa no solo representa un evento visual, sino también un hito en el calendario astronómico. Su aparición ocurre pocos días antes del solsticio de invierno, previsto para el 20 de junio a las 02:42 UTC. En esa fecha, el hemisferio sur vivirá su noche más larga del año, dando paso oficialmente al invierno.

Tras esta luna llena, el ciclo lunar continuará su curso con la fase de cuarto menguante el 18 de junio y la luna nueva el día 25. Así, comienza una nueva vuelta del reloj lunar que seguirá marcando ritmos naturales tanto en el cielo como en la Tierra.
Para mirar el cielo, sin telescopio
No hace falta equipamiento especializado para observar la Luna de Fresa. Solo se necesita una vista despejada del horizonte y, de ser posible, alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades. Una buena taza de té caliente y algo de abrigo serán suficientes para disfrutar de este cierre de estación desde cualquier rincón del país.