Dile adiós al CAE, este es el nuevo proyecto que pronto lo reemplazará

El gobierno de Gabriel Boric ha anunciado un nuevo proyecto de ley que busca reemplazar el Crédito con Aval del Estado (CAE), poniendo fin a un sistema que ha generado deudas considerables para más de un millón y medio de estudiantes en Chile. Este anuncio marca un cambio significativo en el financiamiento de la educación superior, y propone una alternativa que podría aliviar el peso financiero que enfrentan los jóvenes al terminar sus estudios.

El nuevo sistema se denomina Financiamiento Público para la Educación Superior (FES). Su principal objetivo es eliminar la necesidad de que los estudiantes se endeuden para financiar su educación universitaria.

Bajo este nuevo esquema, la mayoría de los beneficiarios no tendrán que pagar aranceles ni matrículas mientras cursan su carrera, eliminando así la carga financiera que representa el actual CAE. Solo aquellos estudiantes pertenecientes al 10% de mayores ingresos tendrán que realizar algún tipo de copago, lo que hace que el FES sea más inclusivo y accesible para la mayoría.

Este nuevo sistema no solo busca reemplazar al CAE, sino que también cambia el enfoque en cómo los estudiantes deberán contribuir al costo de su educación. En lugar de endeudarse desde el inicio de sus estudios, los beneficiarios del FES solo comenzarán a pagar una vez que hayan egresado y se encuentren trabajando.

El proyecto de ley que establecerá el FES ya ha sido firmado por el Presidente Boric y el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, y será enviado a la Cámara de Diputados para su discusión y aprobación. El proceso legislativo será clave para definir los detalles del sistema, y se espera que este proyecto genere debates tanto en la Cámara como en el Senado.

De ser aprobado en todas las instancias legislativas, el FES podría transformar radicalmente la manera en que se financia la educación superior en Chile. En lugar de cargar a los estudiantes con deudas al inicio de su vida laboral, se busca ofrecer un acceso más equitativo a la educación, garantizando que los recursos del Estado cubran la mayoría de los costos durante la etapa de formación, según el oficialismo.