Columna de Javiera Donoso por el Día internacional de la mujer: "Nuestra lucha continúa"

Hoy 8 de marzo no celebramos el Día Internacional de la Mujer, conmemoramos una tragedia en la que murieron 140 trabajadoras luchando por mejores condiciones salariales y de trabajo. Por lo tanto un saludo, un ramo de flores, una tarjeta con buenas intenciones son gestos absolutamente insuficientes para nosotras. ¿Por qué? Porque lamentablemente nuestros derechos se siguen pasando a llevar. Todos los días son miles las víctimas de violencia machista, al 3 de marzo de 2021, en Chile se registran 7 femicidios consumados y 24 femicidios frustrados, hace algunos días Damaris Meliñir, una joven de 19 años que estaba embarazada, fue violada y asesinada por un hombre de 64 años que posteriormente confesó el crimen. ¡Basta!

Este y todos los días, me declaro una activista, estoy profundamente comprometida con la causa de justicia y equidad para las mujeres de este país; en mi casa como madre y pareja, en mi rol profesional y en mi desarrollo personal. Es mi responsabilidad hacer algo con esta realidad tan amarga, porque sueño con un mundo donde las mujeres disfrutemos y nos sintamos orgullosas y agradecidas de ser mujeres, en lugar de vivir con miedo por serlo. A todas nosotras, este mundo de hombres nos debe respeto. Mientras esto no ocurra, disfrutar el ser mujer seguirá siendo una dolorosa utopía. Lo que se ha hecho hasta ahora es poco y hemos sido nosotras, en la calle, con los movimientos feministas, las agrupaciones, colectivos y comunidades, las que hemos presionado la agenda política.

Continuaremos la lucha, hasta ser miles, millones las valientes que por fin alzaremos nuestra voz tan alto que resonará en cada rincón de esas casas y calles hasta ahora ciegas y sordas a este problema. No nos detendremos hasta que todas nuestras demandas pendientes sean escuchadas y resueltas por las autoridades de este país. Creo que perdimos el miedo y la culpa que históricamente se usó en nuestra contra, imprimiendo en nuestra psique la idea de que está mal querer, pedir, incluso si es necesario, exigir un trato digno y justo.

En mi trabajo como psicóloga, he podido ver cómo a lo largo de los años nuestra actitud ha ido cambiando, hoy día me encuentro con mujeres envalentonadas en la grupalidad, que se dieron cuenta que la culpa no era de ellas y que por fin se indignaron, decidiendo salir del silencio que durante años las encerró y aisló en su dolor.  Era eso lo que nos faltaba a muchas; tener la convicción de que nuestras demandas son justas, que no estamos pidiendo nada más y nada menos que la garantía de la protección a nuestros derechos fundamentales. Chile despertó y nosotras las chilenas estamos más despiertas que nunca, ayudando a movilizar a quienes aún duermen en el paradigma patriarcal.  Personalmente me encargaré de quitar el velo a cada mujer dormida que se cruce en mi camino. Esta pelea la ganaremos juntas.

Por Javiera Donoso, Twitter @azagraps

Psicóloga especialista en reparación emocional y temáticas de autocuidado y autoestima.