Aumentaron un 2,4% entre julio y octubre de 2020, según cifras de la PDI:
Denuncias por abusos sexuales volvieron a niveles pre pandemia
Entre marzo y junio de 2020 –periodo de mayores cuarentenas- estas denuncias habían disminuido un 56%. Alertan además que, en casos de ciberacoso, el agresor es un 88% más efectivo que cuando establece un contacto personal con su víctima.Entre julio y octubre del año pasado, la Policía de Investigaciones recibió un total de 1.984 denuncias por delitos sexuales, cifra un 4,2% superior al mismo periodo de 2019, cuando se registraron 1.936 acusaciones.
Esta situación representa un fuerte contraste respecto de los números que exhibió la PDI para el periodo marzo y junio de 2020 –periodo de mayor confinamiento en el país- donde las denuncias disminuyeron en un 56% en relación al año anterior.
Para la experta en prevención de abusos sexuales y directora ejecutiva de Praesidium Chile, Ximena Schencke, lo que sucedió entre marzo y junio “fue claramente reflejo de la imposibilidad de las víctimas de denunciar las agresiones, o la pérdida de contacto personal que tuvieron, por ejemplo, los alumnos con sus profesores, que en esta materia son grandes aliados a la hora de denunciar.
Con el fin de los confinamientos, a partir de agosto, se inició una avalancha de denuncias, con una cifra de 513 acusaciones durante ese mes, y con un peak de 532 en octubre, a nivel nacional”, señala.
Frente al rebrote del coronavirus que afecta actualmente al país, y la posibilidad de nuevas cuarentenas, Schencke señala que como sociedad debemos sacar lecciones para que no vuelva a ocurrir una nueva baja en las denuncias.
“Es imprescindible mantener activos los canales de denuncias y de espacios que otorguen a la víctima la confianza suficiente para poder denunciar”.
La directora ejecutiva de Praesidium Chile también alerta en relación a que la pandemia y la masificación del uso de internet y las redes sociales ha cambiado el “modus operandi” del abusador.
“Es muy fácil hacerse pasar por un joven de 16-17 años y entablar relaciones a través de la pantalla. El mayor peligro de este tipo de contacto vía web es que el proceso de grooming, y por lo tanto de abuso, es mucho más rápido que en otros casos, los niños no se sienten expuestos porque solo interactúan vía una pantalla. Esa supuesta privacidad entre abusador y víctima los deja vulnerables mucho más rápido que cuando el contacto es en persona. Si un abusador se demora tres o cuatro meses en lograr la confianza con su futura víctima presencialmente, a través de internet puede ser cosa de un par de semanas, es decir, el agresor aumenta su efectividad en más de un 88%”, concluye.