Miedo al Covid: ¿cómo prepararnos mentalmente para iniciar un desconfinamiento?

Dentro de estos días se dio a conocer por el gobierno el Plan Paso a Paso, en donde a través de cinco etapas se ira generando un desconfinamiento de manera paulatina, con la apertura de los diferentes rubros. Sin embargo, este proceso puede generar miedo y ansiedad, lo cual es muy normal en el actual contexto sanitario. 

Daniela Rocha, psicóloga de UTEM en conversación con Terra, señala: 

“El mero hecho de salir de casa, que antes podía ser vivenciado como una experiencia placentera, en pocos meses se convirtió en un eventual peligro para la comunidad, llevándonos a pasar mucho más tiempo dentro de nuestras viviendas, esforzándonos, al mismo tiempo, por adaptarnos a cambios significativos en nuestras rutinas y vidas en general”

Asimismo, la experta sostiene que naturalmente empezar a salir de casa nos hará sentir más expuestos, dado que afuera no podemos controlar todos los factores higiénicos que quisiéramos, sumado a la incertidumbre propia que puede implicar el actual contexto sanitario, y a lo acostumbrados que ya estábamos a enfrentar esta situación desde el hogar, por lo cual nos podremos ver enfrentados a la ambigüedad de querer hacerlo, pero temer o inquietarnos al mismo tiempo.

No obstante lo anterior y, teniendo en cuenta que todo aquello es normal experimentarlo en este escenario, la psicóloga de UTEM comenta que “es beneficioso saber que hay ciertas medidas que podemos desplegar para disminuir el malestar y sentirnos cada vez más tranquilos en relación al retorno”.

Frente a esto, Daniela recomienda lo siguiente: 

Validar nuestras emociones: darnos el espacio de sentir todo lo que tengamos que sentir, entendiendo que es absolutamente normal estar asustados, ansiosos o inquietos ante un escenario de retorno. Asimismo, es útil ser conscientes de que la preocupación que sintamos al salir de casa, en su justa medida, es óptima para llevarnos a mantener cierta distancia física necesaria y otras medidas de seguridad, en un contexto que amerita mantener dichas acciones preventivas.

Mantener activas todas las medidas de seguridad recomendadas, con el fin de protegernos y sentir que tenemos un adecuado control sobre aquello que sí podemos manejar. En este sentido, es beneficioso centrar la energía en aquellos aspectos, y no desgastarnos en intentar controlar factores que no se encuentran bajo nuestra gestión.

Llevar un ritmo gradual de retorno, procurando no pasar de un extremo a otro.

Debemos tratar de no centrarnos sólo en el riesgo que percibimos al salir de casa, sino enfocarnos también en la seguridad que nos estamos construyendo si seguimos todas las medidas necesarias. Esto ayudará a centrarnos un tanto más en los aspectos positivos, dado que ya tenemos claros los posibles riesgos, y si pensáramos sólo en ellos, sin duda, podríamos llegar a tener pensamientos negativos constantes y repetitivos que sólo nos harían aumentar la ansiedad, inquietud, miedo, y otras posibles sensaciones.

Debemos recordar que esta transición de retorno, que nos puede inquietar, es temporal, dado que la meta de aquello es -justamente- insertarnos en un contexto definitivo que antes era habitual, y al que nos podremos volver a adaptar, tal como fuimos capaces de adaptarnos al confinamiento.

Otro factor que debemos evitar para evitar la angustia es no buscar sobreinformación, con el fin de evitar el sensacionalismo presente en algunos contextos.

Para sentir que estamos en control, podemos planificarnos en la medida que más nos acomode y que nos permita sentir que hay un cierto novel de dominio sobre nuestro día a día.

También, la psicóloga recomienda priorizar las actividades y considerar espacios para nosotros mismos y lo que nos gusta, respetando los ritmos y las medidas sanitarias necesarias.

Mantener una buena comunicación con nuestro entorno familiar y amigos, con el objetivo de desahogarnos y compartir experiencias, siempre es positivo ya que nos permite ser contenidos, brindar contención y sentir que no estamos solos, en un círculo virtuoso de dialogo y afecto.

Debemos recordar nuestros propios recursos, nuestras fortalezas, nuestro sentido del humor, nuestra responsabilidad y todos aquellos aspectos positivos que nos han permitido adaptarnos a situaciones anteriores y a este mismo contexto sanitario.

Finalmente, Daniela Rocha, nos recomienda ser empáticos y tener en cuenta que quienes nos rodean también están experimentando diversas emociones, y que poseen un ritmo que es importante respetar.