Combustible: cómo sigue el desabastecimiento en Argentina

El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, anunció la prórroga del congelamiento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ISL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono hasta febrero de 2024 en medio de negociaciones con las petroleras para abordar el desabastecimiento de nafta y frenar maniobras especulativas que estaban afectando el suministro. Massa destacó que esta medida busca evitar un aumento en el precio final de la nafta y aseguró que la "situación crítica se ha superado".

El congelamiento de estos gravámenes, que se aplican al combustible sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, se había implementado previamente en junio de ese año. La prórroga por tres meses adicionales fue oficializada a través del Decreto 567/2023 publicado en el Boletín Oficial, y su objetivo principal es evitar que los cambios en los impuestos se trasladen directamente a los precios finales de los combustibles, considerando la alta inelasticidad de la demanda de estos productos.

Massa resaltó que en las últimas horas se habían escuchado pedidos de aumentos significativos, como del 40%, 20%, o 10%, por parte del sector petrolero, que experimentó una escasez repentina de combustible, pero que logró recuperar el abastecimiento en las estaciones de servicio. El ministro enfatizó que, si bien el sector petrolero es esencial para la economía argentina y ha aumentado significativamente su inversión, no debe recaer sobre los ciudadanos el costo de su expansión.

El sector petrolero ha registrado récords de producción y ha aumentado su inversión en Vaca Muerta en un 50%. Esta industria es fundamental para la competitividad económica del país y para la estrategia de acumulación de reservas de Argentina. Massa reiteró que es necesario que este crecimiento no se traduzca en precios excesivos para los consumidores y que la nafta se mantenga asequible.

El anuncio de Massa generó un contraste con las propuestas de su contrincante en el balotaje, Javier Milei, quien había abogado por la liberación de precios, argumentando que esto permitiría una mayor competencia y, en última instancia, precios más bajos para el combustible. Massa respondió que la liberación de precios podría resultar en aumentos significativos, lo que tendría un impacto directo en los bolsillos de los argentinos. Subrayó la importancia de encontrar un equilibrio entre la promoción del desarrollo exportador y la protección del bienestar de la población, expresando su compromiso de tomar decisiones que beneficien a la sociedad en su conjunto.