¿Qué está pasando con el combustible en Argentina?

La ciudad de San Martín de los Andes, en la provincia de Neuquén, Argentina, se ha visto gravemente afectada por una creciente escasez de combustible. En este centro de producción de petróleo y gas del país, dos estaciones de servicio se han convertido en el epicentro de una crisis que está provocando problemas significativos. Una de estas estaciones se quedó completamente sin combustible, mientras que la otra presenció la formación de largas colas de automóviles y camiones bajo la lluvia. Esta situación se ha convertido en una imagen común en el interior de Argentina en las últimas semanas, y recientemente ha llegado a las estaciones de servicio del área metropolitana.

El gobierno y las empresas distribuidoras de combustible están prestando especial atención a la situación en el área metropolitana, ya que reconocen el impacto que tiene en la opinión pública. Desde el área de energía, encabezada por la secretaria de Energía, Flavia Royón, se han tomado medidas para abordar la crisis. Se ha iniciado la descarga de buques con combustible importado, que incluye gasoil y naftas, y se está mejorando la logística de distribución. Se estima que a mediados de la semana próxima, el abastecimiento de combustible debería estar normalizado.

En una reunión con ejecutivos de las principales compañías de combustibles, como el presidente de YPF, Pablo González, se acordó la importación de 10 buques por un valor aproximado de 400 millones de dólares. El gobierno atribuye el aumento récord en el consumo de combustible a eventos recientes, como un largo fin de semana del 13 al 16 de octubre con un récord de actividad turística, mayor actividad en el campo y un aumento en el consumo durante las elecciones debido a la expectativa de devaluación y aumentos de precios.

En una entrevista radial, el presidente de la Federación de Expendedores de Naftas del Interior, Alberto Boz, destacó que la causa central del problema es la falta de dólares para importar combustible. La prolongada escasez de dólares ha agotado los inventarios de combustible, pero Boz sugiere que la situación podría mejorar en unos 10 días, especialmente con el inicio de la descarga de los buques.

Boz también aclaró que las estaciones de servicio tienen reservas para servicios esenciales, como la policía, los bomberos y servicios médicos de emergencia, desestimando las preocupaciones sobre el acaparamiento de combustible para especular con futuros aumentos de precios.

Además de la falta de dólares, varios factores han contribuido a la escasez de combustible, incluyendo las "paradas técnicas" en la refinería de YPF en Ensenada y el cierre de la planta de Refinor en Salta, que es fundamental para el suministro en las provincias del noroeste. La demora en la llegada de barcos con combustible importado, debido a la escasez de dólares para pagarlos, también ha agravado la situación. El gobierno se comprometió a proporcionar 400 millones de dólares para pagar estas importaciones.

En las estaciones de servicio de Buenos Aires, se pueden ver largas colas de conductores preocupados. Algunos conductores expresan su preocupación y frustración, diciendo que necesitan su automóvil para trabajar y están considerando venderlo debido a la imposibilidad de encontrar combustible. Otros, como un repartidor en una estación de servicio de YPF en Palermo, están esperando en fila con bidones para asegurarse de tener suficiente combustible para los próximos días.

La situación es crítica en algunas estaciones, con carteles que indican que solo queda un tipo de nafta o, en algunos casos, que no queda ningún tipo de combustible disponible. Los precios de los combustibles en Argentina, aunque han aumentado, siguen siendo más bajos en comparación con la inflación y los precios internacionales. Según un informe de Vanessa Toselli, economista de la Fundación Mediterránea, los precios de los combustibles han aumentado un 102% interanual, lo que está 35 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación. La nafta premium, por ejemplo, promedia $347,2 a nivel nacional, con un aumento del 101,9% interanual, casi 35 puntos por debajo de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).