Túnez

Infección urinaria de una mujer era en realidad un vaso de vidrio alojado en su vejiga por 4 años

Las motivaciones más frecuentes para la presencia de cuerpos extraños dentro de la vejiga son de naturaleza sexual o erótica.
jueves, 17 de marzo de 2022 · 10:55

Una mujer, cuyos síntomas hicieron pensar a los médicos que tenía una infección urinaria, en realidad tuvo un vaso de vidrio atorado en la vejiga durante cuatro años.

La mujer de 45 años fue al hospital quejándose de síntomas típicos de ITU inferior (infección del tracto urinario), así como por fugas involuntarias.

Pero los médicos quedaron atónitos cuando los escáneres revelaron que había un vaso dentro de su vejiga.

Estaba encerrado por un cálculo vesical de 8 cm de ancho, que normalmente son tan pequeños que son difíciles de ver a simple vista.

La mujer, de Túnez, reveló que había usado el vaso como juguete sexual varios años antes.

Según informó el The Sun, evidentemente, lo había insertado en la uretra, el orificio por el cual sale la orina de nuestro cuerpo, en lugar de introducirlo en la vagina.

Su caso fue publicado en una revista médica, incluido el sorprendente escaneo y una imagen del vidrio y la piedra en la vejiga.

Si bien el informe médico no lo menciona, la mujer pudo haber estado practicando lo que se conoce como “sondeo uretral”.

La arriesgada actividad implica insertar un vaso u objeto en la uretra, el tubo por el que pasa la orina, para "aumentar el placer y la excitación sexual", informa Wed MD.

Los médicos han recibido informes de personas que colocan cosas allí deliberadamente, ya sea por por placer o por problemas de salud mental pero no es una práctica recomendada.

El informe dijo: “Las motivaciones más frecuentes para la presencia de cuerpos extraños dentro de la vejiga son de naturaleza sexual o erótica.

Se han insertado varios objetos en la vejiga y muchos pacientes no los quitan por sí mismos y tienen mucha vergüenza de buscar atención médica, lo que es el origen de un cuadro clínico, la mayoría de las veces atípico, que se presenta en un terreno particular del paciente”.

La paciente llegó al servicio de urgencias del Hospital Académico Habib Bourguiba quejándose de síntomas de ITU.

Informó que había sufrido cistitis (inflamación de la vejiga) en varias ocasiones, pero nunca había sido investigada.

La mujer no tenía sangre en la orina ni sufría de incontinencia urinaria, según el informe.

Pero tenía un rango de glóbulos rojos más alto de lo normal, lo que indica que el cuerpo estaba luchando contra una infección.

Los cálculos en la vejiga son muy pequeños, por lo general no tienen más de unos pocos milímetros de ancho; sin embargo, el cálculo de esta paciente tenía un diámetro promedio de 8 cm.

Se desarrolló a partir de masas duras de minerales que crecen cuando la orina no se vacía correctamente de la vejiga.

Sin embargo, pueden crecer alrededor de objetos extraños alojados en la vejiga, por ejemplo, este vaso de vidrio.

En este caso, los médicos debieron practicar una cirugía para extraer el cálculo de la vejiga.

Luego lo abrieron para exponer el vidrio, aún intacto, que había estado en su cuerpo durante años.

Dos días después, la mujer ya estaba recuperada y le dieron el alta.

El informe concluyó: “Las formas complicadas son aquellas que se diagnostican de forma tardía, ya menudo asociadas a infecciones urinarias de repetición, litiasis y/o fístulas.

“El mejor tratamiento sigue siendo preventivo equilibrando el trastorno etiopatógeno subyacente y mediante una buena educación sexual”.