Sexualidad y Pandemia
Prohíben la prostitución para detener el alza en los contagios por COVID
Todos los rubros se han afectado en mayor o menor manera por la crisis sanitaria global, pero aquellos trabajos que implican contacto directo entre personas han sido los más perjudicados con la pandemia, y las trabajadoras y trabajadores sexuales a nivel mundial están pasando por un mal momento.El cambio de estación trajo consigo el que muchos países del hemisferio norte volvieran paulatinamente a la normalidad, pensando ya en los meses fríos, del mismo modo en que los del hemisferio sur van pensando en cómo será la primavera y el verano en medio de una pandemia. En ambos casos hemos visto que, por cada paso adelante en relajo, se terminan dando dos pasos atrás porque cualquier intento de normalidad, lamentablemente, no ha hecho más que acrecentar el número de contagios y de víctimas.
Los desconfinamientos y las pequeñas libertades recobradas luego de las restricciones han sido objeto de críticas por parte de quienes comprenden que la vuelta de la normalidad no está en los planes inmediatos, y que aún es demasiado apresurado abrir gimnasios, bares y boliches en los que la gente esté demasiado cerca.
Y si de estar cerca se trata el gremio de la prostitución, a nivel mundial, ha sido uno de los más afectados porque el nivel de intimidad que se requiere es excesivamente contraproducente con las medidas de distanciamiento social, por decir lo menos.
Dentro de este contexto hay países que han optado por lo sano y han prohibido por completo no solo el ejercicio de la prostitución, sino además han cortado el funcionamiento de los espacios en los que se promueve o se ejecuta, como son los burdeles o los hoteles.
El problema es que la "profesión más antigua del mundo" no es tan fácil de controlar porque ocurre en espacios privados, razón más que suficiente para comprender que la tarea de impedir que la gente quiera seguir teniendo sexo es tan difícil como absurda.
Y en ese escenario es que hoy algunos países están viendo cómo por un lado hay gente que no toma en cuenta las normas sanitarias y, por otro lado, ve que las personas no puedes trabajar y, literalmente, se mueren de hambre por perder su fuente de ingresos.
El caso de España
La prostitución, que no está ni prohibida ni permitida en España, mueve cerca de 18.000 millones de euros anuales --asegura el observatorio internacional de lucha contra la prostitución "Fundación Scelles", según el cual entre el 20 y el 40% de los hombres españoles reconoce haber pagado por sexo.
Un negocio lucrativo para mafias y proxenetas, que involucra a entre 300.000 y 500.000 mujeres en España, según las estimaciones más altas, y donde una inmensa mayoría de ellas ha sido víctima de trata.
La cineasta social Mabel Lozano recuerda que los burdeles ya estuvieron cerrados en el confinamiento que vivió España durante 99 días en la primera ola de coronavirus entre los meses de marzo y mayo. Y a pesar de ello "los hombres salían y seguían consumiendo", señala a Efe.
Lozano tiene claro que esta medida de cerrar locales no soluciona los problemas de las mujeres que recurren a la prostitución como vía de supervivencia y asegura que estos clubes "no son sus casas" sino "sus cárceles".
La cineasta lamenta que la deuda que las mujeres contraen con los prostíbulos, donde pagan por dormir, aumentará durante la pandemia. Y en otro casos las mujeres se verán obligadas a trabajar en la calle o "a ir a los pisos con los proxenetas y estar a su merced las 24 horas del día".
Ahora el problema seguirá rondando, según Lozano: "Se trasladará a las rotondas, a las calles, a los pisos, incluso a las fronteras digitales, a plataformas donde puedan atender a esos demandantes que nunca han dejado de demandar sexo de pago".
Bruselas prohíbe la prostitución
La ciudad de Bruselas decidió este lunes prohibir la prostitución para intentar frenar la alta tasa de contagios de coronavirus que acusa la capital, donde uno de cada diez test resulta positivo, más del doble de la media nacional.
La decisión la ha tomado el alcalde de Bruselas, Philippe Close, en una ordenanza municipal "con efecto inmediato y duración indeterminada", indicó la agencia Belga.
Ha conllevado el cierre "hasta nueva orden" de varios hoteles de la capital frecuentados por las prostitutas y sus clientes.
La Policía local ha comenzado a informar a las prostitutas, tanto en las calles como en los locales donde trabajan, del veto, cuyo cumplimiento se encargará de vigilar.
Tras una primera fase de información, podrían empezar a imponerse multas a quien se salte la decisión, destacaron.
Dentro también de los esfuerzos por frenar el avance de la pandemia, los 19 distritos de Bruselas acordaron el sábado limitar a las 23.00 horas el cierre de los bares y cafés, a partir de hoy y durante las próximas tres semanas.