5 de las 9 personas están en UCI

Fiebre del Nilo: ¿En qué consiste y por qué tiene en alerta a España?

Las alarmas se han encedido en España luego de que un brote de meningoencefalitis fuera puesto en conocimiento de la población por las autoridades sanitarias del país. 12 de los 19 infectados presentaron fiebre del Nilo.
jueves, 13 de agosto de 2020 · 15:59

La Asociación de Empresas de Control de Plagas de Catalunya (ADEPAP) ha alertado sobre la posible expansión a varias zonas de España de una especie de mosquito invasor, el Aedes japonicus, que es originario de Japón, Corea, el sur de China y Rusia. 

Señala también, que el mosquito fue detectado el año pasado en España y que se ha logrado estabilizar en zonas como Asturias, Cantabria y «no se descarta que lo haga hacia Galicia y otros territorios del norte de la península, como Cataluña».

En las últimas décadas se ha ido expandiendo sobre todo por el comercio de neumáticos usados ​​y es un excelente vector de virus infecciosos como el Dengue, el Chikungunya y, especialmente, el virus del Nilo Occidental.

Este nuevo mosquito invasor resiste mejor los climas fríos que el conocido mosquito tigre y prefiere zonas rurales, especialmente con ganadería y con vegetación abundante. De hecho, puede continuar latente durante el invierno porque sus huevos resisten incluso la congelación.

El Aedes japonicus es de color marrón, un poco más grande que el mosquito tigre y tiene rayas doradas en el tórax (son blancas en el caso del mosquito tigre). «Por su rápida capacidad de expansión, este mosquito es muy difícil de erradicar y ha venido para quedarse», explica Quim Sendra, presidente de ADEPAP. «Si llega a Cataluña lo hará por el norte y en zonas de montaña, boscosas y donde la ganadería esté presente, ya que este insecto no se adapta a zonas geográficas con temperaturas que superen los 30ºC».

Como también ocurre con el mosquito común y el mosquito tigre, la hembra del Aedes japonicus pone sus larvas en pequeños charcos o lugares donde se pueda acumular agua. Por tanto, «como prevención contra todos los mosquitos, debemos tratar de evitar las acumulaciones de agua para impedir que se reproduzcan», aconseja Sendra.

La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha confirmado al medio 20 Minutos que 12 de las muestras analizadas entre los 19 casos detectados de  meningoencefalitis vírica en localidades de la provincia de Sevilla han dado positivo a fiebre del Nilo. 17 de estos casos se encuentran ingresados en el hospital, siete de ellos se encuentran en la UCI. 

El virus del Nilo Occidental es una enfermedad que se transmite a las personas principalmente por la picadura de mosquitos y que también puede afectar a pájaros, caballos y otros mamíferos.

Según el Centro de control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la enfermedad no presenta síntomas en la mayoría de las personas. 8 de cada 10 infectados con el virus del Nilo Occidental no presentan ningún síntoma.

Sin embargo, esta enfermedad febril (fiebre) en algunas personas, aproximadamente 1 de cada 5 infectadas desarrollan fiebre con otros síntomas como dolor de cabeza, dolores corporales, dolores articulares, vómitos, diarrea o sarpullido. La mayoría de las personas con este tipo de enfermedad por el virus del Nilo Occidental se recuperan por completo, pero la fatiga y la debilidad pueden durar semanas o meses.

Síntomas graves en algunas personas

Aproximadamente 1 de cada 150 personas infectadas desarrollan una enfermedad grave que afecta al sistema nervioso central, como encefalitis (inflamación del cerebro) o meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal). Estos casos de gravedad son los que se han observado en España.

Los síntomas de una enfermedad grave incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, rigidez del cuello, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular, pérdida de la visión, entumecimiento y parálisis.

La enfermedad grave puede ocurrir en personas de cualquier edad; sin embargo, las personas mayores de 60 años corren un mayor riesgo. Las personas con determinadas afecciones médicas, como cáncer, diabetes, hipertensión, enfermedad renal y personas que han recibido trasplantes de órganos, también corren un mayor riesgo.

La recuperación de una enfermedad grave puede llevar varias semanas o meses. Algunos efectos en el sistema nervioso central pueden ser permanentes.

Aproximadamente 1 de cada 10 personas que desarrollan una enfermedad grave que afecta el sistema nervioso central muere.