Feng Shui
Ni diamante ni rubí: esta es la piedra preciosa que debes tener en la entrada de la casa para atraer la fortuna, según el Feng Shui
Al ubicarla estratégicamente en el ingreso al hogar, se establece un canal simbólico por donde la riqueza puede entrar.El Feng Shui considera que la puerta de entrada es el punto de acceso principal de la energía vital que nutre la casa. Por eso, la elección de elementos en ese sector es clave para canalizar la fortuna. En este contexto, la pirita, también conocida como el “oro de los tontos”, es una de las piedras más poderosas para activar el flujo económico.
Esta es la piedra preciosa que debes tener en la entrada de la casa
Aunque el diamante y el rubí representan lujo y poder, el Feng Shui prioriza la vibración energética sobre el valor monetario. La pirita, al estar asociada con el elemento tierra y el metal, tiene una frecuencia que activa la riqueza material y favorece las decisiones estratégicas. La colocación en la entrada de esta piedra simboliza el inicio de un ciclo próspero, ayudando a eliminar bloqueos económicos y reforzar la seguridad financiera del hogar.
El Feng Shui recomienda ubicar la pirita cerca de la entrada principal, idealmente en una fuente, una bandeja decorativa o una maceta con tierra, ya que su conexión con lo material se intensifica al estar en contacto con su elemento afín. Si se coloca a la derecha de la puerta activa el guá de la riqueza.

Dentro del universo del Feng Shui, cada piedra tiene una función específica. La pirita se asocia directamente con la abundancia, pero también con la claridad mental y la protección contra influencias negativas. Su energía expansiva ayuda a mantener la motivación alta, favorece la organización en temas de dinero y refuerza la autoestima financiera.

Aplicar el Feng Shui no requiere grandes reformas, sino decisiones conscientes sobre qué objetos colocamos y dónde. En el caso de la pirita, su poder radica en la intención que se le asigna. Colocar esta piedra en la entrada no solo mejora la energía del lugar, sino que también transmite un mensaje interno de merecimiento y apertura al crecimiento.