Plantas
Estas son las 3 mejores plantas para poner en la pérgola de tu jardín y aportar elegancia al hogar
Las enredaderas son grandes aliadas para transformar espacios exteriores con poco esfuerzo y mucha belleza.Una pérgola puede convertirse en el rincón favorito de cualquier jardín si se eligen las plantas adecuadas para acompañarla. Además de brindar sombra y privacidad, las especies trepadoras tienen el poder de transformar estructuras simples en paisajes de revista. Y lo mejor: no hace falta ser un experto en jardinería para lograrlo.
Para quienes buscan opciones resistentes, de bajo mantenimiento y con alto impacto estético, tres especies de plantas se destacan por sobre el resto: la glicina, la bignonia y las rosas trepadoras. Cada una ofrece una combinación única de color, textura y perfume que realza cualquier espacio exterior.
Clásicos que nunca fallan
La glicina es un clásico infalible. Sus flores colgantes en tonos violeta, blanco o rosa no solo son visualmente impactantes, sino que también emanan un perfume delicado. Es una planta rústica que se adapta bien a climas templados, aunque requiere una poda anual para mantener su forma y estimular la floración.
Por su parte, la bignonia es ideal para quienes desean un crecimiento rápido sin grandes cuidados. Con flores naranjas o rojas que atraen a mariposas y colibríes, esta enredadera convierte cualquier pérgola en un espectáculo natural. Es tolerante a la sequía y prospera en suelos diversos, lo que la convierte en una elección muy versátil.
Belleza con perfume incluido
Las rosas trepadoras, en cambio, ofrecen una estética más romántica. Aunque requieren algo más de atención, especialmente en lo que respecta a la poda y el riego, recompensan con una floración fragante que embellece cualquier estructura. Se adaptan bien a pérgolas y combinan con otras especies, permitiendo diseños más elaborados.
Un jardín con personalidad
La elección de una planta trepadora no solo responde a criterios estéticos, sino también funcionales. Mientras que algunas ofrecen sombra densa, otras se destacan por su aroma o por atraer fauna beneficiosa. La clave está en definir qué se busca para ese espacio y elegir en función de eso.
Ya sea que prefieras una pérgola cubierta de flores románticas o un refugio vibrante lleno de color, estas tres especies ofrecen soluciones accesibles y efectivas. Con un poco de planificación y cuidados mínimos, cualquier pérgola puede convertirse en un verdadero oasis verde.