Cómo cuidar las raíces de tus plantas para que absorban el agua y los nutrientes y estallen de flores

El primer paso para que las plantas se llenen de flores comienza donde no se ve: en las raíces. Esta red subterránea es la encargada de absorber el agua, retener nutrientes y sostener toda la estructura vegetal. Si las raíces están débiles o dañadas, la planta lo muestra enseguida en sus hojas y brotes. 

Cómo cuidar las raíces de tus plantas 

Muchas veces se asume que con regar alcanza, pero el tipo de agua, la frecuencia y la forma en que llega a las raíces puede cambiar completamente el destino de las plantas. El riego debe ser profundo y no superficial, para que el agua alcance todas las capas del suelo.

Un buen sustrato debe permitir que las raíces respiren, sin encharcamientos ni compactación. Cuando el suelo se vuelve demasiado duro, el oxígeno no llega y se generan hongos o pudrición. Incorporar perlita, arena o compost ayuda a mantener la aireación adecuada. Además, enriquecer la tierra con materia orgánica no solo nutre, sino que mejora la actividad microbiana, esencial para que las plantas prosperen.

La poda de raíces también puede ser una herramienta útil, especialmente en plantas que crecen en maceta. Si notás que el crecimiento se estanca, revisar el estado de las raíces puede revelar si están enredadas o demasiado apretadas. En esos casos, podar con cuidado algunas puntas y cambiar la planta a una maceta más grande da nuevo aire al sistema. 

El uso de fertilizantes debe hacerse con cuidado, porque un exceso de sales puede quemar las raíces y dañar la salud de las plantas. Lo ideal es utilizar abonos orgánicos o preparados caseros como el té de compost, que aportan nutrientes de manera gradual.