Ni estufa ni plancha: el truco para calentar la ropa en las mañanas de invierno que pocos conocen

Cuando el invierno se instala con fuerza, salir de la cama y cambiarse de ropa se vuelve un pequeño desafío diario. El momento de vestirse puede ser incómodo si la ropa está helada, pero existe una forma poco conocida, práctica y sin riesgos, que logra templar las prendas sin recurrir a estufas, planchas o caloventores.

El método es simple y requiere un electrodoméstico que casi todos tenemos: el secador de pelo. Aunque suene insólito, esta herramienta puede transformar tu rutina matutina. Solo basta con dirigir el aire caliente durante unos segundos hacia las prendas de ropa elegidas para que recuperen temperatura y suavidad sin dañar las telas.

A diferencia de otros métodos como la estufa o el horno —que pueden implicar riesgos si se usan de forma incorrecta—, el secador de pelo ofrece una solución segura, portátil y controlable. Además, permite calentar solo las partes necesarias: por ejemplo, el interior de una remera, las mangas de un buzo o el cuello de una campera.

El secreto está en lo cotidiano

Pero no es el único recurso. Otra técnica efectiva es colocar la ropa entre mantas o frazadas previamente templadas. Este truco de “cobijo térmico” es ideal para quienes prefieren evitar el uso de electricidad o viven en lugares con cortes frecuentes de luz. El calor retenido en las mantas se transfiere a la ropa en pocos minutos.

Los especialistas en bienestar coinciden: pequeños gestos como este impactan en el estado de ánimo con el que arrancamos el día. Vestirse con ropa cálida no solo brinda confort físico, sino también mental, y puede marcar la diferencia entre una mañana apurada y una más amable.

Con creatividad y sentido práctico, es posible transformar los rituales cotidianos del invierno en momentos de cuidado personal. Después de todo, en épocas de frío, no hay nada mejor que sentirse abrigado desde el primer minuto del día.