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Cómo estimular a tu planta de lavanda para que estalle de flores en solo 1 maceta
Con los cuidados adecuados en luz, riego, poda y nutrición, tu lavanda se llenará de flores y aroma para transformar cualquier espacio en un pequeño paraíso natural.
La lavanda es una planta que conquista por su aroma inconfundible y su delicada floración, muy valorada tanto en jardines como en espacios interiores. Proveniente del área mediterránea, esta especie de la familia de las Lamiáceas se adapta con facilidad al cultivo en macetas, lo que la convierte en una opción ideal para quienes quieren disfrutar de su belleza sin grandes espacios.
Cómo estimular a tu planta de lavanda
Para que la lavanda despliegue un estallido de flores, es fundamental conocer sus necesidades básicas. El sol es uno de los factores clave: esta planta requiere al menos seis horas diarias de luz directa para desarrollar su mejor versión. Además, la planta prefiere suelos bien drenados y ligeramente alcalinos, condiciones que garantizan que sus raíces no se saturen y puedan absorber los nutrientes esenciales para una floración intensa y duradera.
El riego adecuado es otro punto crucial para estimular la floración de la lavanda en maceta. Esta planta tolera la sequía mucho mejor que el exceso de agua, por lo que es recomendable mantener la tierra seca entre riegos, evitando encharcamientos que podrían dañar sus raíces.
Fuente: iStock.
La poda periódica es también una técnica imprescindible para incentivar que la lavanda produzca más flores. Recortar las ramas secas o gastadas después de la temporada de floración ayuda a que la planta concentre energía en la generación de nuevos brotes florales.
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Otro aspecto que no se debe descuidar para que la lavanda florezca en una sola maceta es la fertilización. Un aporte equilibrado de nutrientes, especialmente fósforo y potasio, favorece la formación de botones florales. Usar abonos orgánicos o específicos para plantas aromáticas, aplicados en primavera y verano, puede marcar la diferencia.
