Feng Shui
Feng Shui: estos son los 5 colores que debes usar en el invierno para atraer el dinero y la abundancia
Con solo incorporar ciertos colores, es posible estimular la prosperidad y abrir caminos hacia la abundancia económica.
El feng shui es una filosofía milenaria que estudia cómo fluye la energía en los espacios y cómo influye en nuestras emociones, decisiones y oportunidades. En invierno, cuando los días son más cortos y el entorno tiende a apagarse, esta disciplina sugiere potenciar el ambiente con colores que activen la circulación energética.
Estos son los 5 colores que debes usar en el invierno
El amarillo, según el feng shui, simboliza el sol y la riqueza intelectual. En invierno, su calidez tiene el poder de disipar la frialdad del entorno y aportar una vibración de optimismo. Usar amarillo en textiles, almohadones o detalles decorativos estimula el pensamiento claro y las decisiones financieras acertadas.
El rojo es otro pilar fundamental dentro del feng shui, considerado el color de la fortuna, la pasión y el movimiento. En invierno, donde todo parece ralentizarse, incorporar rojo en objetos claves como velas, mantas o adornos puede ayudar a revitalizar el flujo energético de la casa.
El verde, dentro del feng shui, está relacionado con el crecimiento, la renovación y la salud. Aunque el invierno es una estación de quietud, este color trae a los espacios una sensación de esperanza y movimiento interno. El verde también está vinculado al elemento madera, que en la simbología del feng shui representa el desarrollo económico sostenido.
El naranja se presenta como una excelente alternativa para los días fríos. En el feng shui, este color representa la alegría, la comunicación y la sociabilidad, aspectos que suelen apagarse durante el invierno. Al incluir el naranja en pequeños detalles se genera una atmósfera acogedora que estimula la conexión con otros.
El azul representa el agua, un elemento esencial en la filosofía del feng shui para atraer abundancia. En invierno, su tono sereno ayuda a conectar con la introspección y la claridad emocional. Incorporar azul en ropa de cama, cuadros o paredes permite mantener un equilibrio entre la serenidad y el deseo de avanzar.
