El impermeabilizador casero a base de 3 ingredientes para proteger a tus techos de las lluvias

Con las lluvias más frecuentes, los techos se convierten en una de las zonas más vulnerables de la casa. Cuando aparecen las filtraciones, no solo se moja el cielo raso: también corren riesgo muebles, electrodomésticos y hasta la instalación eléctrica, pero con elementos accesibles y fáciles de conseguir, se puede armar un sellado eficaz que resista el paso del agua y evite que los techos sufran daños mayores.

El impermeabilizador casero para proteger a tus techos

Para armar este impermeabilizante casero se necesitan solo tres ingredientes: cemento blanco, sellador acrílico y poliestireno expandido (el telgopor clásico de embalajes). La combinación logra una mezcla con buena adherencia y resistencia al agua. Es ideal para techos planos o de losa que ya presentan señales de desgaste. 

Una vez mezclados los ingredientes (cinco litros de sellador, cinco kilos de cemento blanco y trozos triturados de telgopor), se debe limpiar bien la superficie del techo. No debe haber polvo, grasa ni humedad acumulada. Luego se aplica la primera capa con rodillo, se deja secar y se repite al menos dos veces más. 

Muchas familias no pueden afrontar los costos de una impermeabilización profesional. En ese contexto, estas alternativas caseras se vuelven aliadas. Si bien no reemplazan por completo una obra de mantenimiento de largo plazo, pueden ofrecer un alivio inmediato y efectivo. Los techos tratados con esta mezcla logran resistir varias semanas de lluvia intensa y evitar daños que, de no atenderse, pueden derivar en reparaciones más costosas. 

Además de aplicar esta fórmula, conviene revisar que los desagües pluviales no estén obstruidos y que las pendientes del techo permitan que el agua escurra sin acumularse. También es útil observar si hay grietas visibles, zonas con hongos o manchas que indiquen humedad previa.