Plantas

Cómo sembrar una planta de ajo en casa para tener para tus comidas los 365 días del año

La planta de ajo es ideal para cultivar en casa: necesita poco espacio, resiste el frío y puede cosecharse en menos de 8 meses. Con este paso a paso, vas a disfrutar ajo fresco los 365 días del año.
viernes, 16 de mayo de 2025 · 16:00

Si estás pensando en empezar una huerta en casa, sumar una planta de ajo es una de las decisiones más prácticas que podés tomar. Este cultivo milenario no solo es resistente y de fácil manejo, sino que ocupa poco espacio y aporta beneficios tanto a nivel culinario como medicinal. Al tratarse de una planta que se adapta bien a distintas condiciones climáticas, incluso quienes viven en departamentos pueden disfrutar de su sabor cultivado en macetas. 

Cómo sembrar una planta de ajo en casa

El otoño es el momento ideal para poner en marcha el cultivo de esta planta tan versátil. Entre mayo y junio, antes de las heladas fuertes, los dientes de ajo pueden empezar a desarrollar sus raíces sin problemas. Elegí una planta sana, a partir de cabezas que no hayan sido tratadas para evitar la germinación. 

Hay dos variedades principales que podés elegir según tus preferencias de sabor y conservación. El ajo blanco es una planta de gran productividad, con un sabor más suave y una cáscara clara. En cambio, el ajo morado es una planta más aromática, de gusto picante, ideal para quienes buscan intensidad en sus platos. 

Planta de ajo. Fuente: iStock.

Para comenzar, separá los dientes de la cabeza sin quitarles la piel. Elegí aquellos más grandes y sanos para asegurar una planta vigorosa. Enterrá cada diente con la punta hacia arriba a unos 5 cm de profundidad y dejá 10 cm entre cada futura planta. Usá tierra liviana, rica en nutrientes y con buen drenaje, ya que el ajo no tolera el exceso de agua. 

Planta de ajo. Fuente: iStock.

El ciclo completo de la planta de ajo dura entre seis y ocho meses. Durante el invierno, la planta se desarrollará lentamente, pero al llegar la primavera empezará a crecer con mayor vigor. Sabés que está lista para ser cosechada cuando las hojas comienzan a secarse y doblarse por sí solas. Una vez que saques la planta de la tierra, dejá las cabezas al aire unos días para que se sequen completamente antes de almacenarlas. 

Más de