Ejercicios físicos

Sin pesas ni mancuernas, cómo fortalecer los músculos después de los 60 con este sencillo ejercicio

Una rutina simple que protege huesos, activa el metabolismo y previene caídas.
martes, 13 de mayo de 2025 · 18:15

Con el paso de los años, la pérdida de masa muscular puede limitar la movilidad, generar dolores crónicos y afectar la independencia. Sin embargo, fortalecer los músculos después de los 60 no requiere de mancuernas ni aparatos sofisticados: un ejercicio clásico y accesible puede ser la clave para mantenerse fuerte y activo.

Se trata de las flexiones, también conocidas como “push-ups”. Este movimiento tradicional, que muchos asocian a ejercicios exigentes, puede adaptarse fácilmente a cualquier edad. Lo más importante es que permite activar grupos musculares clave como brazos, espalda, pecho y abdomen, fortaleciendo así la zona que sostiene la postura y previene caídas.

Mucho más que tonificar los brazos

El beneficio de las flexiones no es solo estético. Al realizarlas con regularidad, también se estimula la circulación, se protege el corazón y se mejora el equilibrio. Además, al trabajar con el peso del cuerpo contra la gravedad, se refuerzan los huesos y se combate la pérdida de densidad ósea, una condición común en la tercera edad.

Aunque muchos piensan que hacer una flexión es tirarse al piso como en la juventud, lo cierto es que existen variantes ideales para principiantes. Se puede comenzar apoyando las manos en la pared, en una mesa o sobre los muslos con las rodillas en el suelo. Lo importante es mantener una postura firme: espalda recta, abdomen activo y manos alineadas con el pecho.

De a poco, pero con constancia

Una rutina efectiva puede comenzar con tres series de 5 repeticiones al día e ir aumentando con el tiempo. Incluso, es posible distribuirlas a lo largo del día: una en la mañana, otra al mediodía y otra por la noche. Lo esencial es la regularidad, más que la cantidad.

Más allá de lo físico, muchas personas que incorporan este tipo de ejercicios simples reportan mejoras en el ánimo, el sueño y la energía diaria. Es que moverse, incluso sin pesas ni máquinas, es una forma concreta de cuidar el cuerpo y la autoestima. Con un poco de disciplina, cualquier persona mayor puede convertir este hábito en su mejor medicina.