Golosinas

No la compres en el quiosco: la golosina que contiene partículas nocivas para la salud

Investigadores descubrieron que al masticar esta golosina se liberan microplásticos que podrían representar un riesgo para el organismo.
viernes, 4 de abril de 2025 · 12:30

Masticar chicle es una costumbre extendida en todo el mundo, ya sea para mejorar el aliento, reducir el estrés o simplemente como entretenimiento. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) encendió las alarmas: este producto podría ser una fuente significativa de microplásticos en el organismo.

Los microplásticos están en el aire, el agua y los alimentos, pero ahora los investigadores han encontrado que al masticar chicle también se pueden liberar miles de estas diminutas partículas. Esto genera preocupación, ya que su acumulación en el cuerpo ha sido vinculada a posibles problemas de salud, aunque aún se estudian sus efectos a largo plazo para esta golosina.

¿Cuántos microplásticos ingerimos al masticar chicle?

Un estudio reveló que al masticarlo se liberan miles de microplásticos que pueden ingresar al organismo. Fuente: Canva

Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron diferentes marcas de chicles sintéticos y naturales. En las pruebas, detectaron que, al masticar una sola unidad, se podían liberar hasta 3.000 partículas de microplásticos. En términos anuales, una persona que consume chicle de manera habitual podría ingerir cerca de 30.000 microplásticos sin siquiera darse cuenta.

El estudio reveló que la mayor parte de estas partículas se desprende en los primeros minutos de masticado debido a la fricción, independientemente de si el chicle es sintético o "natural". La razón de esto es que ambos contienen polímeros plásticos en su composición, lo que desmiente la creencia de que algunas opciones son más seguras que otras.

¿Qué efectos tienen los microplásticos en el cuerpo?

Investigadores descubrieron que una sola pieza de chicle puede liberar hasta 3.000 partículas en la saliva. Fuente: Canva

Si bien todavía no hay conclusiones definitivas sobre el impacto de los microplásticos en la salud humana de esta golosina, diversos estudios sugieren que pueden generar inflamación celular y alteraciones metabólicas. Además, investigaciones previas han demostrado que los nanoplásticos —partículas aún más pequeñas— pueden atravesar la pared intestinal y llegar a órganos como el hígado, el cerebro e incluso la placenta en mujeres embarazadas.

Los expertos destacan que la exposición a microplásticos no proviene solo del chicle, sino de múltiples fuentes, por lo que reducir su consumo es una forma de disminuir la carga total de estas partículas en el organismo.

El estudio no afirma que masticar chicle sea un peligro inminente, pero sí plantea interrogantes sobre el impacto acumulativo de los microplásticos en la salud. Por ahora, los investigadores recomiendan optar por alternativas más naturales y reducir su consumo, especialmente en niños y mujeres embarazadas, hasta que se comprendan mejor los efectos a largo plazo de estas partículas en el organismo.