Truco de belleza

Cómo utilizar la crema Nivea y el aceite de oliva para mejorar la elasticidad de la piel y reducir arrugas después de los 50

La constancia es clave para notar cambios duraderos, pero la sencillez de la preparación hace que sea fácil integrarla a la rutina diaria.
lunes, 28 de abril de 2025 · 23:00

Entre los recursos más accesibles para cuidar la piel, hay combinaciones que sorprenden por su eficacia. Una de ellas une dos elementos que suelen estar en casa: la crema Nivea y el aceite de oliva virgen extra. Esta mezcla, aplicada de forma constante, puede aportar beneficios visibles en la elasticidad y textura de la piel, especialmente en etapas donde las líneas de expresión comienzan a marcarse con más claridad.

Cómo utilizar la crema Nivea y el aceite de oliva 

El aceite de oliva, rico en antioxidantes y vitamina E, actúa como una fuente natural de nutrición para la piel. Su textura penetra con facilidad, mejorando la hidratación desde capas profundas. Por su parte, la tradicional crema Nivea tiene una fórmula densa que protege la piel de agresiones externas como el viento, la sequedad ambiental o la exposición prolongada al sol. Juntas, estas dos sustancias crean una película protectora que retiene la humedad y colabora en la regeneración celular.

El procedimiento para obtener esta fórmula es rápido y no requiere experiencia previa en cuidados estéticos. Se mezclan dos cucharadas de crema Nivea con una de aceite de oliva hasta obtener una pasta uniforme. Esta preparación debe aplicarse sobre la piel limpia, en zonas como el rostro, el cuello, las manos o cualquier área que presente signos de sequedad o pérdida de firmeza. Lo ideal es masajear suavemente durante varios minutos, permitiendo que los ingredientes penetren con eficacia.

Crema Nivea. Fuente: iStock.

Para quienes buscan resultados más notorios, se recomienda dejar actuar la mezcla unos 15 minutos y luego enjuagar con agua tibia. Esta práctica ayuda a remover impurezas sin resecar la piel, manteniéndola más flexible y luminosa. La frecuencia ideal es de dos a tres veces por semana, dependiendo del tipo de piel y de las condiciones climáticas. También puede usarse como crema nocturna, sin enjuague, para una nutrición prolongada durante el descanso.

Aceite de oliva. Fuente: iStock.

Además de tratar el rostro, esta mezcla con crema Nivea puede extenderse a otras áreas del cuerpo donde la piel sufre más: los codos, las rodillas o los talones. También es útil para reparar daños provocados por la exposición solar o por el frío, ya que actúa como un bálsamo que devuelve elasticidad.