Plantas

Ni laurel ni lavanda, esta es la planta que no debe estar al lado del romero para tener especia los 365 días del año

Al elegir mal sus compañeras, se pueden generar condiciones desfavorables que afecten su desarrollo, como exceso de humedad o competencia por nutrientes.
miércoles, 23 de abril de 2025 · 00:30

El romero es una de las hierbas más versátiles que se pueden cultivar en casa. Su resistencia a la sequía y su valor en la cocina lo convierten en una opción popular para huertas urbanas y jardines pequeños. Sin embargo, no todas las especies vegetales son compatibles con su forma de crecer. 

Esta es la planta que no debe estar al lado del romero

Entre las especies que es mejor evitar cerca del romero están las de la familia Brassicaceae, como el repollo o la coliflor. Estas plantas demandan altos niveles de nutrientes y pueden alterar el equilibrio del suelo, debilitando al arbusto aromático. También tienen mayor tendencia a desarrollar enfermedades fúngicas que, por cercanía, pueden trasladarse.

La humedad excesiva es otro factor que puede perjudicar al romero, por eso hay que evitar cultivarlo junto a plantas de sombra o de hojas grandes, como las calabazas o las acelgas. Estas especies generan microclimas húmedos que facilitan la proliferación de hongos. A su vez, cultivos como las zanahorias o las cebollas pueden atraer plagas que afecten al romero, como pulgones o larvas que se propagan fácilmente.

Repollo. Fuente: iStock.

Los geranios y otras flores ornamentales también pueden ser una amenaza para el romero si funcionan como hospedaje para insectos como la cochinilla o la araña roja. Estas plagas suelen pasar inadvertidas hasta que ya hicieron daño, y una vez instaladas, es difícil erradicarlas sin productos específicos.

Geranios. Fuente: iStock.

Si se cultiva en maceta, lo ideal es que el romero tenga su propio recipiente, con tierra liviana y drenaje adecuado. Necesita recibir sol directo al menos seis horas por día y estar protegido de ambientes muy húmedos. El riego debe ser moderado: basta con esperar a que la tierra esté seca antes de volver a hidratar.