Tarta de atún, aprende a hacer la masa de esta clásica receta de Semana Santa con solo 3 ingredientes

No hace falta esperar Semana Santa para disfrutar de una buena tarta de atún. Este clásico de la cocina casera es una de esas recetas que resuelven el menú sin complicaciones y con mucho sabor. Ideal para almuerzos familiares, picnics o para llevar al trabajo, combina lo mejor de la cocina práctica con el gusto por lo casero.

Si bien existen múltiples versiones, hoy te proponemos una alternativa sencilla con una masa casera que se arma en minutos y un relleno lleno de sabor. La clave está en equilibrar texturas y darle protagonismo al atún, sin saturarlo con demasiados ingredientes. Además, se puede comer fría o caliente, lo que la convierte en una opción muy versátil.

Paso a paso: tarta de atún con sabor casero

• Ingredientes principales:

350 g de harina común

150 g de manteca o margarina

2 latas de atún en aceite, bien escurridas

• Para el relleno vas a necesitar además:

1 cebolla mediana picada

2 huevos

1 cucharada de queso crema o ricota

Paso a paso para este clásico de Semana Santa

1. Primero, comenzá con la masa: colocá la harina en un bowl, agregá la manteca fría en cubos y mezclá con las manos hasta formar un arenado. Incorporá un poco de agua fría (de a chorros) y seguí amasando hasta formar un bollo. Reservalo en la heladera por 20 minutos.
2. Mientras la masa descansa, prepará el relleno. En una sartén con un poco de aceite, rehogá la cebolla hasta que esté transparente. En un bowl, mezclá el atún desmenuzado, los huevos previamente batidos, la cebolla salteada y el queso crema. Condimentá con sal y pimienta a gusto.
3. Para armar la tarta, dividí la masa en dos partes, estirá una y colocala en un molde enmantecado. Volcá el relleno, cubrí con la otra parte de la masa y hacé un repulgue en los bordes. Pinchá con un tenedor y llevá al horno precalentado a 180 °C por unos 35 minutos o hasta que esté dorada.

Una vez lista, dejala reposar unos minutos antes de servir. Esta receta rinde entre 4 y 6 porciones generosas, y podés acompañarla con una ensalada fresca para un plato completo. ¿Lo mejor? También podés congelarla y tenerla lista para esos días sin tiempo.