Psicología

Por qué las personas se sienten más tristes en los meses de frío, según la psicología

Sentirse triste en invierno no es una debilidad, es una señal del cuerpo y la mente que merece ser escuchada.
domingo, 13 de abril de 2025 · 17:00

Durante los meses fríos muchas personas experimentan una sensación de bajón general, aunque no siempre puedan identificar el motivo. La psicología reconoce este fenómeno como algo habitual y relacionado con varios factores que se combinan y afectan el ánimo. El descenso de la luz solar, el cambio de rutinas y una mayor tendencia al aislamiento son algunos de los elementos que explican por qué el invierno puede volverse un desafío emocional, incluso para quienes suelen tener un carácter estable.

Por qué las personas se sienten más tristes en los meses de frío

Uno de los puntos clave es la falta de exposición al sol, la psicología explica que La luz natural influye directamente en la producción de serotonina, un neurotransmisor asociado al bienestar. Menos luz implica menos serotonina, lo que impacta en el ánimo y puede generar mayor irritabilidad, cansancio o desmotivación.

El frío hace que muchas personas pasen más tiempo en casa, lo cual puede derivar en sedentarismo y aislamiento social. Esa menor interacción con otras personas impacta de forma directa en la salud emocional. Estar menos en movimiento, explica la psicología, también afecta el cuerpo, que necesita activarse para liberar endorfinas, las hormonas que funcionan como antídoto natural contra la tristeza.

Persona triste con frío.
Fuente: iStock.

Las obligaciones diarias suelen mantenerse durante el invierno, pero con un cuerpo menos predispuesto al esfuerzo. Esa contradicción entre lo que se debe hacer y lo que se siente muchas veces genera frustración, lo que repercute en el ánimo general. Además, para la psicología, el frío obliga a cambiar rutinas: se duerme más, se come diferente, y la energía parece rendir menos. 
 

Persona triste con frío.
Fuente: iStock.

La psicología también señala que algunas personas tienen mayor sensibilidad a los cambios estacionales, un fenómeno conocido como Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Aunque no afecta a toda la población, es una condición reconocida que influye directamente en el ánimo durante los meses de invierno. El TAE puede provocar síntomas similares a los de una depresión leve o moderada, con desgano, tristeza, falta de motivación y un interés reducido en actividades que normalmente resultan placenteras.