Árbol de Jade
En qué lugar de la casa debes poner el Árbol de Jade para atraer dinero de abril a diciembre
Ubicar esta planta de forma estratégica no solo embellece los espacios, sino que puede convertirse en una aliada para quienes buscan mejorar su vínculo con el dinero.El Árbol de Jade es una de las plantas más vinculadas al flujo del dinero en distintas tradiciones de feng shui. Desde abril hasta diciembre, su influencia se potencia si está ubicada en el sitio adecuado del hogar. Este período es considerado clave para activar la abundancia, ya que coincide con momentos de mayor movimiento económico.
En qué lugar de la casa debes poner el Árbol de Jade para atraer dinero
Según el feng shui, la ubicación más favorable para el Árbol de Jade es la esquina sureste de la casa o del ambiente donde más tiempo se pasa. Este sector se relaciona con la riqueza y la prosperidad. Si se coloca allí, la planta actúa como canalizador del dinero, ayudando a generar una energía más armónica que favorece las oportunidades.
Un Árbol de Jade sano, con hojas firmes y bien cuidadas, potencia la llegada de dinero y la estabilidad financiera. En cambio, si está marchito o descuidado, puede generar el efecto contrario. Por eso, es clave atender su crecimiento, regarla con medida y asegurarse de que reciba luz natural sin estar expuesta al sol directo.

Para quienes trabajan desde casa o manejan proyectos personales, tener el Árbol de Jade en el espacio de trabajo puede ayudar a mejorar la relación con el dinero que proviene del esfuerzo propio. En ese caso, se recomienda ubicarlo en el escritorio, del lado izquierdo, según se lo mire desde la silla. Esta posición representa el área de las ganancias en el ámbito profesional y puede impulsar ingresos estables, sobre todo si se mantiene una rutina constante.

El vínculo con el dinero no es solo material, también tiene una dimensión emocional y simbólica. El Árbol de Jade es una forma simple de recordarnos que la abundancia puede cultivarse. Cuidar esta planta es, en algún punto, cuidar la intención de crecer. No se trata de magia, sino de alinear pequeños gestos cotidianos con una mirada más consciente del bienestar financiero.