Psicología
Ni rojo ni blanco: estos son los 3 colores que te hacen lucir más viejo, según la psicología
Esta dimensión simbólica y biológica convierte al color en un lenguaje no verbal que atraviesa la experiencia cotidiana, desde lo que vestimos hasta cómo decoramos nuestros espacios.Los colores no solo adornan nuestro entorno: influyen directamente en cómo nos ven los demás y en cómo nos sentimos. En el terreno de la psicología, las tonalidades poseen una carga emocional poderosa y son capaces de modificar estados de ánimo, generar respuestas fisiológicas e incluso alterar la percepción del tiempo o la temperatura.
Estos son los 3 colores que te hacen lucir más viejo
En este marco, diversas investigaciones han puesto el foco en cómo ciertas gamas pueden alterar la percepción de la edad. Lejos del debate entre tonos claros u oscuros, hay colores específicos que, por sus asociaciones simbólicas y efectos visuales, tienden a endurecer los rasgos o apagar el semblante. Esta influencia puede resultar sutil pero determinante en la imagen que proyectamos, sobre todo en contextos donde la apariencia tiene un impacto inmediato, como entrevistas laborales, eventos sociales o encuentros virtuales.
Uno de los colores que más viejo hace es el negro. Aunque es un clásico de la moda por su sobriedad y versatilidad, también transmite seriedad extrema, distancia emocional y madurez. Según expertos en psicología puede resaltar sombras, ojeras y líneas de expresión, dando lugar a un efecto visual que sugiere mayor edad. Por eso, muchos estilistas recomiendan equilibrarlo con accesorios o detalles que aporten luz y contraste.

Fuente: iStock.
Otro color que puede sumar años sin que lo percibas de inmediato es el gris, en todas sus variantes. Este tono neutro, asociado a menudo con la calma y la racionalidad, también puede despertar sensaciones de frialdad o abatimiento. Su falta de energía visual y su cercanía a los tonos ceniza o metálicos lo vinculan con la pasividad y la vejez.

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Finalmente, los colores opacos o desaturados tienden a restar vitalidad. Tonalidades como el marrón oscuro, el verde musgo o el azul petróleo, si bien pueden parecer sofisticadas, también pueden endurecer la expresión y apagar la frescura del rostro. Esta percepción se vuelve más marcada con el paso del tiempo, cuando la piel pierde luminosidad y las líneas faciales se vuelven más definidas.

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Desde la psicología y la neurociencia, también se ha observado que con el envejecimiento cambia la percepción cromática. Estudios como el del University College de Londres destacan que los adultos mayores pierden sensibilidad ante ciertos colores, especialmente entre el magenta y el verde. Esto explica por qué, a veces, eligen combinaciones de ropa que a otros pueden parecerles chocantes.