Mascotas

Ni en la cocina ni en el jardín: este es el mejor lugar para poner la caja de arena de tu gato, según expertos veterinarios

Te enseñamos cuál es el mejor lugar de la casa para colocar la caja de arena para gatos.
domingo, 9 de marzo de 2025 · 11:00

Los gatos tienen espacios o áreas de la casa donde se sienten más seguros y tranquilos, e incluso también puede ocurrir que se escondan en los rincones o debajo de algunos muebles. 

En esta ocasión te diremos dónde tienes que poner la caja de arena de tu gato, ya que es en estos espacios donde se sentirá más seguro para hacer sus necesidades. 

¿En qué lugar de la casa tienes que poner la caja de arena de tu gato?

Ubícalo en el mejor sitio, nunca lo coloques en lugares donde esté cerca su comida y agua. Buscá un lugar accesible, pero a su vez, íntimo, ya que a los gatos no les gusta ser vistos cuando hacen sus necesidades. Evita lugares oscuros, fríos y con ruido, aseguran los expertos veterinarios. 

La caja de arena del gato no puede estar cerca de donde el animal come ya que se puede producir una contaminación cruzada y esto afectará la salud de tu felino. 

Además tienes que buscar un sitio que tenga buena ventilación, ya que de esta forma puedes evitar malos olores. Tampoco tienes que dejar la caja de arena en un lugar donde no esté rodeado de químicos. 

Recuerda no dejar la caja con arena en un sitio muy expuesto. Tiene que estar en un sitio donde el gato no se sienta observado. 

¿Cómo limpiar y desinfectar la caja de arena para gato?

La caja de arena del gato debe limpiarse todas las semanas, caso contrario comenzará a concentrar mal olor y esto puede atraer bacterias que afectarán la salud de tu felino. 

Además, la bandeja debe reemplazarse una vez al año. La arena no debe ser perfumada, tiene que ser fina y aglomerante. 

Regularmente, debe ser vaciada y lavada, y la arena cambiada. Dependiendo del tipo de arena, esto debe hacerse una vez a la semana o al mes. Te aconsejamos también tomar muchos recaudos al momento de realizar esta limpieza. Por ejemplo, procura no dejar arena en ningún lado de la casa, ya que otro animal puede olerlo y comerlo (recuerda que esta arena está contaminada con orina y heces del gato). 

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