Numismática

Estas son las 4 razones por las que una moneda aumenta su valor y se vuelve la más buscada entre los coleccionistas

El coleccionismo de monedas es una afición que va mucho más allá de la estética o la historia.
viernes, 7 de marzo de 2025 · 16:00

En el mercado numismático, ciertos ejemplares pueden alcanzar precios sorprendentes, transformando una pieza común en un verdadero tesoro. Pero ¿qué hace que una moneda sea tan especial y valiosa? Existen varios factores que pueden influir en su cotización, desde su estado de conservación hasta errores en su fabricación.

Los factores que pueden transformar una simple moneda en un objeto de alto valor

Uno de los aspectos más determinantes en la valoración de una moneda es su estado de conservación. Cuanto menos desgaste tenga y más detalles mantenga intactos, mayor será su precio en el mercado. En países como Estados Unidos, se emplea un sistema de clasificación numérica que permite evaluar con precisión la calidad de cada ejemplar. 

Si una moneda fue acuñada en cantidades limitadas, su valor se incrementa con el tiempo. Sin embargo, no solo importa cuántas se fabricaron originalmente, sino también cuántas han sobrevivido en buen estado hasta la actualidad. Existen monedas que, debido a su baja circulación o a su retiro temprano del mercado, se convierten en objetos de deseo para los coleccionistas, aumentando su cotización.

Los errores de acuñación son otro de los elementos que pueden disparar el precio de una moneda. Fallas en el diseño, inscripciones incorrectas o pequeños defectos en la impresión pueden hacer que un ejemplar sea único. Estas imperfecciones, lejos de ser un defecto, lo convierten en una pieza de alto interés para los coleccionistas, quienes están dispuestos a pagar sumas elevadas por estos modelos atípicos.

El material con el que está hecha la moneda también es determinante en su valor. Aquellas fabricadas en metales preciosos como oro o plata pueden valer mucho más que las de aleaciones comunes. Por ejemplo, las monedas de plata emitidas antes de 1965 o las monedas de oro anteriores a 1933 suelen tener una alta cotización en el mercado.