Gatos
5 errores que estás cometiendo con la caja de arena para gatos
Te enseñamos algunos trucos para que tu gato pueda tener una mejor experiencia al hacer sus necesidades.
La caja de arena para gatos es el lugar donde la mayoría de los felinos realizan sus defecaciones. Sin embargo, por más de que este invento es fácil de usar, a veces se cometen errores en su cuidado y mantenimiento.
A continuación te diremos cuáles son los 5 errores que todas las personas comenten al momento de limpiar y mantener la caja de arena para gatos.
5 errores que estás cometiendo con la caja de arena para gatos
Usar una caja de arena pequeña
Este es un error muy común, ya que pretendemos ahorrar espacio en la vivienda. Sin embargo, tu gato va a estar incómodo en una caja pequeña.
Lo ideal es que la caja sea al menos 1,5 veces más larga que el cuerpo de tu gato, y lo suficientemente ancha como para que pueda darse la vuelta dentro de ella.
Elegir una caja de arena con lados demasiado altos
Las cajas no deben tener costados muy altos, ya que básicamente el gato no podrá subirse con facilidad, sobre todo si se trata de un gato mayor. Una buena solución es buscar un arenero con la entrada más baja que el resto de las paredes.
Poner la caja junto a la comida y el agua
Nunca debes colocar la caja de arena cerca de donde tu gato come y bebe agua, ya que es una pésima idea. A los gatos no les gusta nada tener el arenero y los platos de comida y bebida en el mismo sitio. Lo mejor es colocarlos en habitaciones separadas.
Colocar la caja en un lugar concurrido o ruidoso
Los gatos precisan de un espacio tranquilo y seguro para poder hacer sus necesidades. Debe ser un sitio en el que no haya ruido o movimiento. Una zona de paso, como el pasillo, no es buena idea.
Tampoco debes colocar la caja de arena en un lugar que esté cerca de una lavadora o secadora, ya que producen mucho ruido.
Escoger una arena perfumada
Por último te recomendamos no elegir arenas que son perfumadas, ya que puede ser muy intenso para tu gato y le molestará. Debes tener en cuenta que su sentido del olfato está mucho más desarrollado que el nuestro, por lo que notará el olor mucho más que nosotros.
