Aprende a limpiar las botas de cuero y déjalas impecables para la temporada de invierno

En pocos días comenzará el otoño en el hemisferio sur y ya estaremos en condiciones de empezar a usar botas y calzado de cuero para poder abrigar nuestros pies. 

Sin embargo, si durante la finalización del último invierno guardaste las botas sucias en el armario o en un bolsa, a continuación te enseñaremos a limpiarlas y a dejarlas como nuevas. 

¿Cómo limpiar el calzado de cuero?

Primero debes saber que el cuero no se moja, por lo que no tienes que meter tu calzado en el lavarropas, ni en un balde con agua.

El calzado de cuero se limpia primero con un trapo en seco, con el cual eliminarás el polvo y el barro acumulado no solo en el cuero, sino también en la suela. Una vez que hayas retirado el polvo con el trapo, podrás pasar a hacer lo mismo pero con un cepillo. 

Una vez que el calzado esté libre de tierra, podrás aplicar un poco de pomada o cera para zapatos. De esta forma no solo hidratarás el cuero, sino que además le darás un toque de color. En muchos casos la pomada sirve para corregir manchas de agua o de algún otro elemento que haya dañado su color original. Si tus zapatos tienen manchas difíciles o desgaste significativo, usa un renovador de cuero.

El próximo paso será dejar el calzado al aire libre para que se seque por completo. Lo mejor es dejarlo toda la noche sin tocar. Al día siguiente podrás rectificar la pomada o la cera, y listo. 

En caso de no tener pomada o cera para zapatos, muchas personas hidratan el cuero con crema para cuerpo (en lo posible que sea incolora). 

¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar el calzado de cuero o piel?

Lo ideal es limpiar este tipo de calzados cada 4 o 5 usos, ya que de esta forma los mantendrás siempre libres de polvo, barro y suciedad.