Convierte tu ducha en un baño turco gracias a estas pequeñas pastillas

Los baños turcos, también conocidos como hammam, se destacan por contar con un ritual de vapor caliente y húmedo. Estos baños surgieron en Asia Menor y Medio Oriente, y ofrece beneficios para la salud y el bienestar. 

A pesar de vivir en la otra punta del mundo, a continuación te enseñaremos a conseguir tu propio baño turco en la comodidad de tu hogar, y solamente usando unas pastillas. 

¿Cómo convertir tu ducha en un auténtico baño turco?

Todo lo que necesitas son las pastillas de vapor aromáticas, también conocidas como bombas de ducha, vaporizadores de ducha o shower steamers. Este producto ofrece una experiencia sensorial maravillosa. ofrecen una experiencia sensorial única en la ducha. 

Estas pastillas se consiguen de diversos aromas, colores y tamaños, pero las más conocidas son las de la marca Vicks VapoRub, las cuales te fascinarán con su intenso aroma a eucalipto. 

En cuanto las activas, estas pastillas no solo huelen de maravilla, sino que pueden también ayudar a despejar la mente, liberar las vías respiratorias, equilibrar el ánimo, refrescarse, etc. 

Incluso encontrarás personas que realizan pastillas de vapor o aromatizantes caseras, las cuales incluso ayudan a teñir el agua de colores maravillosos. Su uso es limitado, es decir que solo puedes usarlas una sola vez. Apenas entran en contacto con el agua se disuelven gradualmente y van liberando aromas agradables y terapéuticos, y dependiendo del aceite esencial utilizado.

¿Cómo hacer pastillas o bombas de vapor caseras?

Solo tienes que mezclar bicarbonato de sodio, sales de Espsom, fécula de maíz, aceites esenciales y un poco de agua. Cuando consigas una mezcla homogénea, peudes añadir colorante vegetal (en caso de que quieras que tengan colores) y después las congelas. 

También puedes sumar unas flores secas, y de esta forma tu bomba de vapor tendrá textura exfoliante. A continuación te dejamos las medidas exactas para hacer dos unidades de bombas de vapor: 

• 1 taza de bicarbonato de sodio
• 1/4 de taza de sal de epsom
• 1/4 de taza de fécula de maíz
• 40 gotas de tu aceite esencial favorito (o más para un aroma más intenso)
• 3-4 cucharadas del agua