Psicología

Qué significa que una persona juegue con su pelo cuando te habla, según la psicología

El lenguaje corporal es una de las formas más reveladoras de comunicación no verbal, y los gestos con el cabello tienen un significado especial en la interacción humana
viernes, 28 de febrero de 2025 · 18:00

Según la Psicología, jugar con el pelo mientras se habla puede estar ligado a emociones, estados de ánimo o incluso intenciones ocultas. Este gesto, a menudo inconsciente, puede expresar desde interés y coqueteo hasta nerviosismo o inseguridad. La clave está en analizar el contexto y otros signos del lenguaje corporal para interpretar su verdadero significado.

El lenguaje oculto del cabello según la psicología

Cuando una persona acaricia o enrolla su pelo mientras conversa, puede ser una señal de que está interesada en su interlocutor. En especial, si lo hace de manera sutil y constante, esto puede denotar coquetería. En el caso de las mujeres, este comportamiento puede estar ligado a la intención de llamar la atención o proyectar una imagen más atractiva. 

Por otro lado, jugar con el pelo puede estar asociado a la ansiedad o al estrés. La psicología ha estudiado este comportamiento y lo vincula con la necesidad de calmar los nervios en situaciones de incomodidad. En algunos casos, es una manera de canalizar la tensión sin darse cuenta. 

Mujer juega con su cabello. Fuente: iStock.

En algunos contextos, tocarse el pelo también puede ser una muestra de inseguridad o falta de confianza. Quienes no se sienten del todo cómodos en una conversación o tema ser juzgados pueden recurrir a este hábito como una forma de protección. Es una manera inconsciente de buscar seguridad en uno mismo o de distraerse cuando se experimenta incomodidad. 

Hombre juega con su cabello. Fuente: iStock.

Algunas personas tocan su pelo mientras están absortas en sus pensamientos o al intentar procesar información. En este caso, el gesto no está vinculado a la interacción con los demás, sino a la propia necesidad de enfocarse. Es un mecanismo similar al de quienes muerden lápices o tamborilean los dedos cuando están concentrados en una tarea compleja.