El Árbol de Jade quedará en el recuerdo con esta suculenta que atrae el dinero y pronto lo reemplazará

La suculenta Rosario se ha convertido en una de las plantas más apreciadas para la decoración del hogar, no solo por su particular forma colgante, sino también por su llamativo color verde. Su aspecto delicado y su crecimiento en cascada la hacen ideal para espacios interiores y exteriores. Según el Feng Shui, esta suculenta posee un fuerte signo de prosperidad y riqueza, razón por la cual muchos la eligen para atraer la abundancia.

La suculenta que atraerá el dinero y podría reemplazar al Árbol de Jade

Esta suculenta se distingue por sus hojas redondas, similares a pequeñas perlas o guisantes, lo que le otorga un aspecto único y atractivo. Su fácil cuidado la convierte en una excelente opción para quienes recién comienzan en el mundo de la jardinería. La creencia popular sostiene que tener una suculenta Rosario en casa es un signo positivo para las finanzas, ya que su energía fluye en armonía con la prosperidad. A diferencia del Árbol de Jade, su crecimiento colgante permite que la planta se adapte a diferentes espacios.

Uno de los aspectos fundamentales en el cuidado de esta suculenta es el riego, ya que es muy sensible al exceso de agua. El signo más claro de que necesita hidratación es cuando sus hojas pierden firmeza y se ven arrugadas. Para evitar problemas, es recomendable comprobar la humedad del sustrato introduciendo un palillo de madera en la tierra; si sale seco, es momento de compararla. 

En cuanto a la frecuencia del riego, esta suculenta no requiere demasiada agua. Un signo de exceso de humedad es cuando las bolitas comienzan a desprenderse con facilidad al tocarlas, lo que indica que las raíces podrían estar dañadas. Lo mejor es regarla cada 10 a 15 días en invierno y aumentar la frecuencia a una vez por semana en verano. 

Si bien la suculenta Rosario es resistente, un trasplante adecuado puede favorecer su desarrollo. Para asegurarse de que la planta crezca con vigor, es recomendable colocar un signo de fertilización natural en el sustrato. Los abonos caseros, como cáscaras de huevo, restos de café o infusiones usadas, aportan los nutrientes necesarios para fortalecer sus hojas y raíces.