Plantas
Cómo utilizar el césped recién cortado para que tus plantas estallen de flores en marzo
Esta técnica ayuda a mantener el equilibrio del suelo y reducir residuos, beneficiando tanto a las plantas como al ecosistema.Cada vez más personas buscan formas naturales de cuidar su jardín sin depender de productos químicos. Un método efectivo es reutilizar los restos de césped recién cortado para mejorar la tierra y fortalecer las plantas. En lugar de desechar estos recortes, se pueden transformar en un fertilizante casero rico en nutrientes.
Cómo aprovechar el césped recién cortado
El césped recién cortado puede convertirse en un abono líquido para fortalecer las plantas. Para prepararlo, se deben colocar los recortes en un recipiente grande, agregar agua hasta cubrirlos por completo y dejar reposar la mezcla durante dos semanas. Después de este período, se filtra el líquido y se usa para mirar el jardín. Este fertilizante casero libera nutrientes esenciales como el nitrógeno, favoreciendo el crecimiento de las plantas y mejorando la calidad del suelo.
Otra forma de aprovechar los recortes de césped es utilizarlos como cobertura para el suelo, lo que ayuda a conservar la humedad y prevenir la erosión. Al distribuir una capa delgada sobre la tierra, se reduce la aparición de malezas y se mejora la estructura del suelo. Este método es especialmente útil en climas secos, ya que minimiza la evaporación del agua y mantiene el jardín en mejores condiciones por más tiempo.

Para potenciar los beneficios del césped como fertilizante, es importante observar en el horario adecuado. Los especialistas recomiendan hacerlo temprano en la mañana, entre las 5 y las 6, cuando la temperatura es baja y el agua se absorbe mejor. Evitar el riego en horas de calor o por la noche previene enfermedades y maximiza la hidratación del suelo, promoviendo un crecimiento más saludable de las plantas.

Reutilizar el césped recién cortado no solo mejora la salud del jardín, sino que también reduce la necesidad de fertilizantes industriales. Esta práctica permite aprovechar los recursos disponibles y disminuir el impacto ambiental. Con pequeños cambios en el mantenimiento del jardín, es posible lograr un espacio más verde, equilibrado y productivo durante todo el año.