Truco de cocina

Ni papel film ni papel aluminio, con qué debes envolver el queso para evitar que se seque y te dure más tiempo

Conservar el queso de manera adecuada puede marcar la diferencia entre un sabor excepcional y un producto que pierde su calidad en días.
lunes, 17 de febrero de 2025 · 18:45

El queso es un alimento versátil y apreciado en todo el mundo, pero su conservación sigue siendo un desafío para muchos. Desde piezas que se secan rápidamente hasta quesos que desarrollan moho antes de tiempo, los errores en su almacenamiento son más comunes de lo que se cree. Afortunadamente, existen métodos simples que garantizan mantener su frescura y sabor por más tiempo.

Uno de los fallos más habituales es dejar el queso en su envoltorio original de plástico. Este material no permite la adecuada circulación de aire, lo que genera humedad excesiva y acelera la aparición de moho. Otro error frecuente es almacenarlo en la parte más fría de la nevera, donde los cambios bruscos de temperatura pueden afectar su textura y sabor.

La clave está en el envoltorio adecuado

Guardar el queso en plástico puede arruinar su sabor y textura. Fuente: Canva

Para que el queso conserve sus propiedades, es recomendable envolverlo en papel especial para quesos o en papel pergamino. Este material permite que el queso respire mientras mantiene el nivel de humedad óptimo. Además, es importante evitar el contacto con otros alimentos de olor fuerte, ya que el queso tiende a absorber aromas con facilidad.

No todos los espacios del refrigerador son adecuados para almacenar queso. La mejor opción es el compartimento de los lácteos o un estante intermedio, donde la temperatura se mantiene estable. Para quesos duros y curados, se puede utilizar una caja hermética con un pequeño orificio para evitar la acumulación de humedad.

Usa papel especial para queso y evita la humedad excesiva. Fuente: Canva

El queso puede desarrollar una ligera capa de moho sin que esto signifique que deba desecharse. En el caso de quesos duros o semiduros, basta con retirar la parte afectada y continuar disfrutando del producto. Sin embargo, en quesos frescos, la aparición de moho o un cambio en el olor es señal de que es mejor descartarlo.

Un truco final para prolongar su frescura

Para quienes buscan una solución aún más efectiva, algunos expertos sugieren guardar el queso en un recipiente con un paño húmedo. Este método ayuda a mantener la humedad adecuada sin que el queso se seque ni se estropee prematuramente.

Con estos sencillos consejos, cualquier amante del queso podrá disfrutar de su sabor y textura por más tiempo, evitando desperdicios y asegurando la mejor experiencia gastronómica.