Jardinería
Qué tipo de riego necesita tu planta de lavanda en verano para que estalle de flores el resto del año
Aunque es resistente, requiere ciertas condiciones para crecer de manera óptima y ofrecer su perfume característico.La lavanda es una planta que aporta carácter a cualquier jardín con su aroma y su atractivo color. Sin embargo, para que se mantenga saludable y florezca con intensidad, es fundamental comprender sus necesidades específicas. Desde la elección del lugar adecuado hasta los cuidados esenciales, cada detalle influye en su desarrollo.
Cómo lograr que la lavanda florezca en todo su esplendor
La lavanda necesita una exposición directa al sol para florecer con vigor y por ello se recomienda ubicarla en un lugar donde reciba al menos seis horas de luz diarias. La radiación solar no solo impulsa su crecimiento, sino que también favorece la concentración de aceites esenciales en sus flores.
El tipo de suelo es clave para garantizar que la lavanda se mantenga en buenas condiciones. Prefiere terrenos con buen drenaje, como los arenosos o calcáreos, que evitan el exceso de humedad en las raíces. Si el suelo del jardín es arcilloso o compacto, se puede mejorar su estructura añadiendo arena o piedras pequeñas para facilitar el drenaje.

Aunque la lavanda resiste condiciones secas, el riego sigue siendo un aspecto a considerar. Debe regarse solo cuando el suelo esté completamente seco, evitando el exceso de agua, ya que un sustrato constantemente húmedo podría provocar la pudrición de las raíces. En climas cálidos, el riego puede ser más frecuente, pero siempre con precaución para que el agua no se estanque. Durante el invierno, la lavanda reduce su actividad y necesita menos hidratación para mantenerse en equilibrio.

Para que la lavanda conserve su forma y florezca en cada temporada, es importante realizar podas regulares. Se recomienda cortar las ramas secas o dañadas a principios de la primavera, antes de su crecimiento activo, y nuevamente después de la floración. Este proceso estimula el desarrollo de nuevos brotes y previene que la planta se vuelva leñosa con el tiempo.