Feng Shui
5 objetos que NO debes tener en tu hogar, según el Feng Shui
Hay ciertos objetos y elementos de la casa que atraen mala energía.El Feng Shui siempre se encarga de brindarnos consejos para poder ubicar y ordenar los diversos objetos, elementos y muebles de nuestro hogar con la esperanza a rodearnos de buena energía.
En esta ocasión, y siguiendo los consejos del Feng Shui, te diremos qué objetos NUNCA debes tener en tu casa, ya que los mismos solo atraen mala energía.
¿Qué objetos no debes tener en tu hogar?
Floreros con flores secas o muertas
El Feng Shui asegura que los floreros con flores secas o muertas no hacen bien al flujo energético del hogar. Se trata de objetos o cosas que no tienen vida, y que esto hace que la energía del ambiente no fluya.
Por otro lado, las flores artificiales o de plástico tampoco deben ubicarse en el hogar, ya que también tienen un efecto negativo en el equilibrio estratégico del ambiente.

Espejos rotos o manchados
Varias culturas aseguran que romper un espejo puede traer 7 años de mala suerte, y lo mismo ocurre si conservas uno roto.
Para el Feng Shui, los espejos siempre deben estar enteros e impecables, es decir, sin manchas, grietas, etc. Por otro lado, en cuanto a su ubicación, los espejos nunca deben colocarse delante de las camas.
Escoba hacia arriba
Para el Feng Shui, las escobas también pueden afectar la energía de la casa. Cuando termines de barrer la casa, recuerda nunca dejarla con las cerdas boca arriba, ya que eso es sinónimo de mala suerte.
Vajilla rota
En cuanto a la cocina, debes evitar conservar vasos, platos o cualquier otro tipo de vajilla que estén quebrados. Los objetos que están rotos atraen negatividad, tristeza y melancolía a los ambientes. Lo ideal es tener utensilios en buen estado y sin manchas.
Adornos con animales disecados
Finalmente, el Feng Shui recomienda no tener como objetos de decoración pieles, cuernos, marfil o especies embalsamadas, ya que los mismos atraen mala fortuna. De acuerdo con el Feng Shui, la mala suerte tiene que ver con energías estancadas, interrumpidas por "la muerte" del objeto que está presente en el lugar.