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Alfajores de hojarasca con manjar, aprende a hacer esta deliciosa receta con solo 4 ingredientes
Al ser una receta que se puede preparar con antelación, es perfecta para tener siempre a mano un dulce que alegrará cualquier ocasión.Cuando pensamos en los sabores tradicionales de Chile, es imposible no recordar los alfajores de hojarasca con manjar, un dulce clásico que ha acompañado a generaciones en momentos especiales. Estos alfajores, caracterizados por su textura crujiente y relleno dulce, son una delicia que puede disfrutarse en cualquier época del año, aunque su popularidad aumenta durante las Fiestas Patrias. La receta es sencilla, pero el resultado es un manjar que conquista a todos, desde niños hasta adultos.
La receta de estos alfajores comienza con la elaboración de la masa de hojarasca, una base ligera y crujiente que es el secreto detrás de su textura única. Para hacerla, solo necesitas tres ingredientes básicos: harina, huevos y mantequilla o margarina. Estos ingredientes se mezclan y amasan ligeramente hasta obtener una masa compacta. La clave está en no trabajarla demasiado para que no pierda su suavidad.
Una vez lista la masa de la receta, se estira con un uslero sobre un mesón enharinado, asegurándose de que quede lo más delgada posible. Esto es crucial para lograr la delicadeza de las hojarascas. Después, se cortan en pequeños círculos que luego se hornean hasta que estén dorados por los bordes. Este paso requiere atención, ya que el tiempo en el horno es corto, solo unos 10 minutos, pero es suficiente para que la masa adquiera esa textura crujiente que distingue a estos alfajores.
El relleno de manjar es lo que da el toque final a esta receta. Una vez que las hojarascas están listas y frías, se toma una porción generosa de manjar y se esparce entre dos discos de masa, creando ese bocado irresistible que es el alfajor de hojarasca. El manjar puede ser casero o comprado, según el tiempo y la preferencia de cada uno, pero siempre aporta ese dulzor característico que complementa perfectamente la hojarasca.
Estos alfajores no solo son un placer para el paladar, sino también una manera de conectar con las tradiciones chilenas. Son ideales para compartir en celebraciones familiares, para regalar a amigos o simplemente para disfrutar con una taza de té o café durante la tarde.