Árbol de Jade

Cómo utilizar el ajo para que tu Árbol de Jade estalle de flores

Este ingrediente, común en la cocina, tiene propiedades que pueden favorecer la salud y crecimiento de tu Árbol de Jade, llevándolo a un nuevo nivel de esplendor.
jueves, 29 de agosto de 2024 · 19:00

El Árbol de Jade, conocido por su resistencia y belleza, es una planta que muchos desean ver florecer abundantemente. Aunque florecer no es una tarea sencilla para esta suculenta, hay un truco natural que puede ayudarte a estimular su floración: el uso de ajo.

El truco

Para comenzar, es fundamental entender que el ajo posee compuestos como la alicina, que actúan como un potente antibacteriano y fungicida natural. Al aplicar ajo a las raíces del Árbol de Jade, estimulas su capacidad de florecer. La clave está en preparar una solución que pueda ser absorbida por la planta sin dañarla, asegurando que los nutrientes del ajo se integren de manera efectiva.

El proceso es sencillo, lo primero es machacar un diente de ajo hasta obtener una pasta fina, luego, mezcla esta pasta con un litro de agua y deja reposar la solución durante al menos 24 horas. Este tiempo es crucial para que el agua absorba los compuestos beneficiosos del ajo. Una vez que la solución esté lista, cuélala para eliminar los restos sólidos de ajo, y estará lista para su aplicación en el Árbol de Jade.

Árbol de Jade. Fuente: iStock.

El siguiente paso es regar tu Árbol de Jade con esta solución. Es recomendable hacerlo en la base de la planta, asegurándote de que el agua penetre bien en el sustrato. Este método no solo proporcionará los beneficios del ajo, sino que también mantendrá el suelo libre de patógenos, creando un ambiente ideal para que la planta crezca fuerte y saludable. 

Ajo. Fuente: iStock.

Además de este riego especial, es fundamental mantener las condiciones óptimas para el crecimiento del Árbol de Jade. Asegúrate de que la planta reciba la cantidad adecuada de luz solar, ya que la exposición al sol es crucial para su desarrollo y floración. También es vital que el sustrato tenga un buen drenaje, evitando el encharcamiento que podría llevar a la pudrición de las raíces.