Cómo multiplicar tu planta de albahaca con esquejes para que florezca en tiempo récord

La albahaca, es una planta aromática anual que se ha ganado un lugar especial en nuestras cocina y esto se debe a que tiene un sabor y un aroma que la convierten en irresistible. Originaria de regiones tropicales de Asia como India, Persia, Irán y Pakistán, es apreciada por su facilidad para reproducirse a través de esquejes. 

¿Cómo plantar esquejes de albahaca?

Para empezar, necesitarás una planta de albahaca ya establecida, esto es muy importante, una vez que lo hagas selecciona unos tallos laterales de unos 10 cm de largo y retira las hojas de la parte inferior, luego coloca estos esquejes en un vaso con agua limpia, asegurándote de que la parte sumergida esté libre de hojas.

Si llegaste hasta aquí el próximo paso es ubicar el vaso en un lugar que reciba mucha luz, pero sin exposición directa al sol, y que sea cálido. Además es crucial cambiar el agua de la planta cada día o cada dos días para evitar la acumulación de microorganismos que puedan dañar los esquejes.

Cuando observes que las raíces de la planta son abundantes y han crecido lo suficiente, trasplanta los esquejes a una maceta o directamente en el jardín. Durante la primera semana, mantén los esquejes alejados del sol directo para que se adapten mejor a su nuevo entorno. Además, la albahaca necesita una tierra rica y que se mantenga constantemente húmeda, pero sin encharcarse.

Después de unos 20 a 30 días desde que plantaste los esquejes, empezarás a ver las primeras hojas. En verano, la planta de albahaca crece con más vigor, permitiéndote cortar nuevos esquejes si deseas propagarla aún más. A medida que se acerca el final del verano, tiende a espigar y a producir flores.