Ritual

Toma asiento antes de conocer por qué la gente está poniendo unas hojas de laurel en un vaso de agua antes del 24 de diciembre

Este ritual debe realizarse antes de la noche del 24 de diciembre, una fecha especial que invita a reflexionar y preparar el camino para un nuevo ciclo.
sábado, 21 de diciembre de 2024 · 06:30

Diciembre llega cargado de energía y simbolismo, convirtiéndose en el momento ideal para realizar rituales que renuevan las vibraciones del hogar. Uno de los más populares es el ritual del laurel y el agua, inspirado en principios del Feng Shui. Esta práctica, que combina elementos de tradición y espiritualidad, busca potenciar la armonía y atraer la prosperidad a través del poder energético de las hojas de laurel.

Este es el ritual definitivo del laurel

El laurel, un elemento cargado de historia y simbolismo, es el ingrediente principal de este ritual, se necesitan hojas de esta planta frescas y un vaso de vidrio con agua para llevar a cabo el proceso. Según el Feng Shui, el agua actúa como conductor de energía, mientras que el laurel refuerza la intención de atraer abundancia.

El procedimiento se colocan las hojas de laurel en el vaso con agua y se dejan reposar durante un minuto. Luego, se sujetan con fuerza en la mano, rompiéndolas como un acto simbólico de liberar lo viejo para dar paso a lo nuevo. Finalmente, las hojas se depositan en el suelo, representando el retorno de la energía transformada al ambiente. 

Hojas de laurel. Fuente: iStock.

El laurel ha sido valorado desde tiempos antiguos por su poderosa simbología, en la Roma clásica, las coronas de laureles se otorgaban a los vencedores de competencias y campañas militares, asociando sus hojas con la victoria y el reconocimiento. Además, esta planta aromática ha sido vista como un símbolo de paz y protección, convirtiéndola en un elemento central en prácticas espirituales de diversas culturas. 

Vaso de agua. Fuente: iStock.

Para muchos, el ritual del laurel se enmarca dentro del Feng Shui, una filosofía que busca armonizar los espacios mediante el aprovechamiento de la energía, o chi. En este caso, el ritual contribuye a crear un ambiente propicio para la renovación personal y familiar, utilizando el laurel como canalizador de buenas vibraciones. Al realizar este acto en el hogar, se genera una conexión entre la intención y el entorno, preparando el camino para el inicio de un año lleno de posibilidades.