Psicología

Toma aire antes de conocer por qué algunas personas siempre quieren dominar la conversación, según la psicología

Este hábito tiene raíces más profundas que incluyen patrones aprendidos, impulsos incontrolables y, en algunos casos, diferencias culturales o de género.
miércoles, 20 de noviembre de 2024 · 09:30

En cualquier grupo de conversación, siempre hay alguien que parece tener la necesidad de dominar el diálogo, interrumpiendo constantemente a los demás. Este comportamiento puede generar conflictos y afectar la dinámica de las relaciones. Según la psicología, las razones detrás de estas interrupciones van más allá de simples rasgos impertinentes.

Estos son los motivos

Algunas personas interrumpen porque buscan controlar el rumbo de la conversación, según la psicología, esta necesidad puede deberse a la impaciencia o al deseo de llevar el diálogo hacia temas que consideren más relevantes o interesantes. Según los expertos, estas personas ven las conversaciones como un medio para cumplir objetivos propios, ignorando el impacto que sus interrupciones pueden tener en los demás.

Para algunas personas, interrumpir es un comportamiento que se adquiere en el entorno familiar, la psicología dice que si durante la infancia se observaba este hábito como parte de la comunicación diaria, es probable que lo adopte como algo natural. Aunque este patrón pueda parecer inofensivo para quien lo practica, los demás suelen percibirlo como una falta de respeto.

Conversación. Fuente: iStock.

Personas con trastornos como el TDAH o que están dentro del espectro autista pueden tener más dificultades para regular su conducta verbal. Según el Dr. Russell Barkley, especialista en TDAH, estos individuos enfrentan déficits en funciones ejecutivas, lo que les dificulta planificar sus respuestas o esperar su turno para hablar. Esta falta de autocontrol los lleva a interrumpir sin intención consciente de dominar, pero con un efecto similar, explican desde la psicología

Conversación. Fuente: iStock.

El entusiasmo y otras emociones intensas pueden ser responsables de interrupciones frecuentes. Como explica la psicología, estas emociones impulsan a las personas a actuar con rapidez, incluso cuando no es el momento adecuado. En un contexto de conversación, esto se traduce en un exceso de participación que interrumpe el flujo normal del diálogo.